La mancha de combustible provocada por el hundimiento del "Oleg Naydenov" se está alejando de Canarias, aunque continúa la preocupación por un posible derrame del combustible que continúa en el interior del barco hundido cerca de Gran Canaria. En total, el pesquero llevaba 1.400 toneladas de fueloil y se ha establecido un dispositivo en la zona para actuar en caso de que se produzca un vertido.
Mientras tanto, organizaciones ecologistas como Greenpeace han pedido ya al Ministerio de Fomento que concrete "con exactitud cuál es su plan para extraer el fuel de los tanques", aunque aún no se ha confirmado siquiera si se va a llevar a cabo esa medida.
En cuanto a la mancha detectada tras el hundimiento, desde Salvamento Marítimo confirmaron a La Voz que su extensión es de seis kilómetros por dos, "pero fragmentada, no una mancha compacta". Precisamente por eso, sostienen que "no es susceptible de ser recogida", por lo que sólo han podido seguir su evolución, confirmando ahora que gracias a la orientación del viento se está alejando de las islas.
Sin embargo, la "mancha" podría haber dejado ya consecuencias en el ecosistema. De hecho, este miércoles una patrullera de la Guardia Civil rescató en esa zona una tortuga boba impregnada de hidrocarburos. El hallazgo se produjo cuando agentes del Seprona inspeccionaban el lugar siguiendo indicaciones de la Fiscalía de Medio Ambiente, que ha abierto diligencias.
Greenpeace exige transparencia
Por su parte, Greenpeace ha exigido "transparencia" en la información e investigación para depurar responsabilidades por sacar el buque que estaba en puerto a alta mar y someterle a un rumbo errático e innecesario en una zona de alto valor ecológico.
"Es del todo inaceptable que un buque pirata que estaba en puerto se haya remolcado a aguas abiertas cercanas primero a Fuerteventura y luego a Gran Canaria, poniendo así en peligro zonas de alto valor medioambiental y para la economía canaria. Fomento tendrá que dar explicaciones por esta decisión", ha declarado Juande Fernández, portavoz de Greenpeace desplazado a Las Palmas de Gran Canaria. "Deben extraer todo el combustible de los tanques del buque, cueste lo que cueste".
Según Greenpeace, ahí está el mayor riesgo, ya que los tanques de combustible han quedado a 2.400 metros de profundidad, "de donde la organización ecologista estima que puede comenzar a salir el fueloil entre hoy y mañana". Y es que sostienen que "con la presión que existe a esa profundidad, un buque tan deteriorado puede estar ya en situación de rotura del casco y sus tanques".
Se calcula que en el interior del pesquero pirata ruso Oleg Naydenov puede haber 1.400 toneladas de fueloil (equivalente a unos 60-65 camiones cisterna de 20 metros cúbicos) del tipo IFO 380, cuya característica principal es que es muy denso, como en el caso del Prestige. "Su poca volatilidad (se evapora en un porcentaje muy bajo), baja solubilidad y lenta degradación hacen que tenga alta viscosidad y adherencia por lo que su limpieza en la costa es muy difícil y puede quedarse en el fondo marino. Además, por su permanencia, el impacto a largo plazo es peor", explican desde Greenpeace.