La Guardia Civil ha detenido a una mujer que supuestamente estafó un millón de euros a 17 personas, en su mayoría irlandeses e ingleses, mediante la compraventa de propiedades en Lanzarote, haciendo uso de la inmobiliaria que regentaba. La Policía Judicial de la Guardia Civil inició esta operación, denominada "Inmobiliaria", en septiembre de 2012, por requerimiento del titular del Juzgado de Instrucción Número 2 de Arrecife.
La investigación comenzó a raíz de varias denuncias presentadas por diversas personas, que afirmaban ser víctimas de estafas. Esta operación dio como resultado la detención de T.J.P.R, natural de Tías y de 45 años de edad, administradora de dos sociedades inmobiliarias. El arresto se produjo el 4 de febrero, aunque la Guardia Civil ha informado del mismo este martes a través de un comunicado.
El modus operandi de esta supuesta estafa consistió "en recibir grandes cantidades de dinero con el objeto de realizar compras de bienes inmuebles en la isla de Lanzarote". La Guardia Civil ha asegurado que esta mujer hacía creer a dichas personas que "la compra se había realizado, siendo esto falso".
De esta manera, se apropiaba "indebidamente del dinero abonado para realizar el pago de impuestos por transmisiones patrimoniales, hecho que tampoco realizaba". En otras ocasiones, según la Guardia Civil, llegaba "a cobrar un cuota mensual en calidad de gasto de comunidad de propiedades que nunca habían sido vendidas, prolongándose esto en el tiempo".
La Guardia Civil consiguió localizar el presunto "timo y el engaño a un total de 17 personas". Nueve de ellas son de Irlanda, cuatro de Reino Unido, dos de España, una de Italia y otra de Alemania. La cantidad defraudada asciende a un millón de euros aproximadamente.
Según los agentes, "esta actividad ilícita la realizó entre los años 2007 a 2011, aprovechando que en algunos, las víctimas realizaban estas compras como inversión, para destinarlas a la explotación turística y no como residencia habitual". La detenida pasó disposición judicial en los Juzgados de Instrucción Número 2 de Arrecife.
