Van pasando los días, y las heridas lejos de cicatrizar se hacen cada vez más profundas. Aún así, a pesar del dolor de perder a un hijo, el padre de Mohamed El Hairach, una de las víctimas de la patera que naufragó en Lanzarote hace diez días, se ha armado de valor y ha denunciado a seis de los pasadores que ayudaron a los chicos a preparar el viaje de la muerte, como él mismo lo ha descrito.
El padre, un militar de Guelmin, localidad situada al sur de Marruecos, a unos 400 kilómetros de Tarfaya, de donde partió la patera dos días antes de naufragar frente a las costas de Lanzarote, no quiere pronunciarse sobre la carta que ha remitido a las autoridades locales de Guelmin, al wali (gobernador) y a la Gendarmería. Y no quiere hacerlo, de momento, por su condición de militar.
Abdellah El Hairach, de la Asociación Sur para la Inmigración y el Desarrollo, que trabaja en El Aaiún para erradicar la inmigración clandestina, ha tenido acceso a esa carta y ha desvelado su contenido. El Hairach, además, está en contacto con las familias de las víctimas de la patera y está tratando de informarse sobre el proceso de repatriación de los cuerpos identificados.
Según El Hairach, el padre de Mohamed Haruash delata con nombres y apellidos en su carta a seis de los miembros de la red mafiosa que preparó el viaje. "Habla de ese grupo, que está actuando en Guelmin y que pinta de manera muy positiva el viaje para engañar a los jóvenes", explica. "El padre dice en su carta que los mafiosos aseguran que a su llegada a las Islas, los chicos podrán encontrar trabajo, que todo irá bien, y que llegarían de manera muy segura".
Ese grupo, escribe el padre, "es el responsable de las muertes" de sus hijos. "Trafican con niños hacia el extranjero y les empujan a la muerte", continúa. A las autoridades locales de Guelmin, al gobernador y a la Gendarmería, les recomienda que hagan su trabajo; "y en caso de que no lo hagan, enviaremos esta carta a las autoridades supremas de aquí a 24 horas". Para el padre de Mohamed Haruash, "los que no persigan este crimen son también criminales".
"ESTA DENUNCIA NO ES SUFICIENTE"
Mohamed Valga, de la Asociación Pateras de la Vida, trabaja desde hace años sobre el terreno en Marruecos con el tema de la inmigración clandestina. Y aunque considera que la actitud de este padre es positiva y muy valiente, también cree que "no es suficiente" porque, dice, "no hay que resumir el problema de la inmigración clandestina en el asunto de las mafias". ¿Quién ha creado las mafias?, se pregunta al tiempo que se contesta a sí mismo: "Las mafias las han generado las políticas de inmigración de los gobiernos". "Lo que se debe denunciar es la política de inmigración de Europa, el blindaje de las fronteras, la falta de políticas sociales para sacar a la gente de la pobreza, la falta de sensibilización de los jóvenes; es esto lo que debemos criticar".
Por otra parte, los padres de las víctimas están pensando en constituir una asociación para aglutinar a los familiares de las personas que mueren a bordo de embarcaciones clandestinas en su búsqueda de un paraíso que muchas veces termina en infierno. El Hairach ha enviado a los familiares el estatuto de su asociación, "por si quieren crear una delegación de nuestra propia organización, o para que tengan un modelo para poner en marcha una por su cuenta; lo importante es que se muevan, que pongan barreras a la muerte".
ACN Press