Ramón Rodríguez ha vuelto a ser condenado por agredir "violentamente y de manera reiterada" a su pareja sentimental y, esta vez, la Audiencia Provincial de Las Palmas le considera culpable de un delito de asesinato en grado de tentativa, por lo que le impone una pena de 14 años de prisión. A este tiempo privativo de libertad, hay que sumarle los otros ocho años a los que fue condenado en 2008 por un intento de homicidio, tras asestar diez puñaladas a esta misma mujer, a María Teresa Martín Pérez, el 3 de junio de 2004.
El conocido constructor lanzaroteño ha sido condenado también a diez meses de cárcel por un delito de quebrantamiento de medida cautelar con agravante de reincidencia, ya que volvió a convivir con su pareja después asestarle varias puñaladas, pese a que tenía una orden de alejamiento. Según la sentencia a la que ha tenido acceso La Voz de Lanzarote, queda probado que Rodríguez quiso cometer un asesinato "al golpear la cabeza de su pareja con una botella de champán llena el 8 de febrero de 2007".
La resolución, con fecha de 30 de abril, resuelve que Rodríguez deberá indemnizar a Teresa con 200.000 euros por daños morales y con 258.775 euros por daños personales y secuelas.
Según relata la sentencia, el día de autos, es decir, el 8 de febrero de 2007, el acusado entró en la vivienda de la mujer, en el municipio de Tinajo, de manera "sorpresiva" con intención de hacerle daño. La noche anterior, según el texto, Teresa Martín le había pedido que se marchara de la casa, después de encontrarle un cuchillo debajo de la almohada. Esta pareja había retomado meses antes su relación, pese a los graves hechos acaecidos en 2.004.
"Te voy a matar"
Por la mañana, el acusado regresó al domicilio de su compañera sentimental después de que la hija de ésta se marchara. "El procesado, penetrando en la cocina del domicilio, se dirigió hacia Teresa por la espalda portando una botella de champán llena y sin abrir, y resuelto a acabar con su vida", indica el documento. "La acometió violentamente golpeándola de forma reiterada en la parte posterior de la cabeza con la botella", al tiempo que se dirigía a la víctima con expresiones como "te voy a matar hija de puta", se explica en el texto.
La agresión continuó en la terraza "hacia donde intentó huir Teresa". Según la sentencia, en este lugar Ramón Rodríguez continuó golpeando a su compañera sentimental en la cabeza hasta que finalmente Teresa Martín cayó al suelo y quedó "momentáneamente semiinconsciente". El constructor advirtió que la víctima continuaba con vida, por lo que "le agarró del pelo y la proyectó sucesiva y reiteradamente contra la balaustrada (barandilla) de hormigón de la terraza". Según la sentencia, que recoge el testimonio de Teresa durante el juicio, mientras la golpeaba, Rodríguez gritaba "¡pero todavía estás viva, te voy a matar!".
Mientras sufría esta agresión, su compañera sentimental se lamentaba diciendo "¡me estás matando!", a lo que el constructor le respondía: "Es que a eso he venido, hija de puta". Tras estos hechos, Rodríguez dio por finalizada la agresión y, según recoge la sentencia, dejó a Teresa tirada y abandonada en el suelo y huyó de manera precipitada en su vehículo. Horas después, fue localizado por la policía en el interior de una casa cerrada en la localidad de Tao, en el municipio de Teguise.
Contradicciones del acusado
Estos hechos han sido considerados por la Audiencia Provincial de Las Palmas como un delito de asesinato en grado de tentativa, tanto "por el arma empleada, como por la zona vital de ataque, la reiteración e intensidad de los golpes, las expresiones amenazantes, las previas relaciones entre acusado y víctima, y porque el acusado abandonó a la víctima en el mismo lugar de la agresión cuando ésta estaba semiinconsciente y sangrando".
Asimismo, según se recoge en la sentencia, tanto las pruebas periciales como el testimonio de Teresa contradicen la versión del acusado, que se declaró inocente durante el juicio. Rodríguez aseguró que las lesiones de su pareja se produjeron como consecuencia de "varias caídas", pese a que la médico forense insistió en que era imposible que estos hechos se sucedieran tal y como contó el constructor, dadas las lesiones que presentaba Teresa. "El relato de los hechos de la víctima es congruente, lógico, reiterado y es confirmado por el resto de las pruebas, mientras que las declaraciones del acusado se contradicen en sucesivas manifestaciones ante el juez instructor y en el juicio", indica la resolución.
Hallada por su hija
Después de sufrir este brutal ataque, Teresa Martín fue hallada por su hija, Mairena Martín Morales, en la terraza del domicilio. Ante las numerosas heridas que presentaba su madre, Mairena avisó a los servicios médicos de urgencias, que le trasladaron al Hospital de Negrín en Las Palmas de Gran Canaria, donde ingresó en estado crítico.
Teresa sufrió lesiones consistentes en infarto agudo, una fractura cráneo facial y de huesos de nariz, hemorragias y heridas, entre otras muchas lesiones. Permaneció hospitalizada 30 días, ya que presentaba daños en estructuras neurológicas. Asimismo, como consecuencia de la agresión, Teresa sufrió ansiedad, miedo e insomnio, por lo que precisó tratamiento psicológico.
Contra esta sentencia condenatoria cabe recurso, que ya ha sido presentado por la defensa del acusado, Ramón Rodríguez, ante el Tribunal Supremo.
