Los trabajadores de la residencia de mayores Amavir: "Los campamentos intergeneracionales son una inyección de óxigeno"

"Las personas que tienen actividades intergeneracionales son más felices que las personas de su misma edad que no tienen ese contacto", confirma la directora, Sandra Llorente

Eider Pascual

Periodista

30 de junio de 2023 (17:16 CET)
Actualizado el 1 de julio de 2023 (15:41 CET)
Los mayores y los monitores en el salón del centro Amavir en Tías
Los mayores y los monitores en el salón del centro Amavir en Tías

La residencia Amavir, uno de los centros de mayores de Lanzarote, que tiene sus residencias en Tías y Haría, ha organizado durante la semana del 26 al 30 de junio unas jornadas de campamentos intergeneracionales, 'De acampada con mis abuelos', en las que las dos generaciones se unen para realizar diversas actividades y disfrutar de su compañía.

Con la llegada del verano y el final del colegio, niños de entre cinco y doce años han acudido a la residencia para compartir tiempo con los ancianos, muchos de ellos familiares, como sus nietos y bisnietos, y también algunos hijos de los trabajadores del centro. Unas jornadas en las que en esta ocasión han contado con diversas actividades como un bingo, gymkanas, talleres de pintura y arcilla, taller de pulseras, jardín terapeútico, la actuación de un mago y hasta una "fiesta del verano" que el viernes cerraba una semana de diversión para niños y ancianos.

Una iniciativa pionera a nivel nacional pero que ya lleva su segunda edición, tras la gran acogida que tuvo el pasado verano del 2022. Tanta es la ilusión que tienen los mayores con estás iniciativas que "es una inyección de óxigeno para ellos", comenta una de las trabajadoras de la residencia, Demelsa Fernández. Además, para los niños también ha sido "una gran estimulación", hasta "mi hijo no quiere que se acabe", confiesa Fernández. Para los trabajadores "nos ha dado una ventaja" en cuanto a poder "traer a nuestros hijos", ahora que han acabado el colegio "muchos no tenemos tanta ayuda para ubicarlos", añade.

Uno de los ancianos que vive en la residencia reconoce que "es una locura lo que siento por los niños" y me aportan "mucho cariño" y que espera haberles aportado "amor propio", comenta con mucha emoción, Tomás Medina. Otro de ellos, Rafael López confiesa que la experiencia "le ha recordado a cuando era niño" y que los niños le han aportado "alegría y un cambio de vivencias".

Una de las mayores de la residencia, Carmen Díaz, con 91 años, apunta que "me encanta que vengan los niños a vernos", además "estamos encantados de que vengan, nosotros más que ellos, deseamos que sigan viniendo", añade con una sonrisa.

Pilar Rodríguez, que lleva tres meses en la residencia y tiene 22 nietos, se encuentra en los talleres "como si estuviera con el calor de mis niños", así "disfrutando mucho de la compañía" de los pequeños, explica.

Los niños también coinciden con los mayores en sus aprendizajes. Saúl Hernández, es un chico de trece años que se encuentra repitiendo este año en los talleres, pero ahora junto a su abuela, una de las residentes en Amavir. El joven deja claro que los ancianos les "aportan sabiduría", ya que "comparten con los más pequeños todo lo que saben". También ellos ponen su granito de arena "entreteniendo" a los más mayores.

"Estaría guay que hicieran uno el próximo año y vendría", confiesa Alexia, una de las niñas que ha participado este año

Una de las niñas que ha participado, Alexia Cedrés Suárez, la prima de uno de los trabajadores, con diez años comenta que "han estado jugando" con los ancianos durante toda la semana y que quiere repetir la "bonita" experiencia: "estaría guay que hicieran uno el próximo año y vendría". Durante la semana "hemos podido compartir con ellos lo que sentimos" y dejar enseñarnos sobre "cómo podemos reaccionar cuando a ellos les pasa algo", añade.

La directora del centro, Sandra Llorente, deja claro que el objetivo de los talleres es "fomentar el envejecimiento activo", ya que esta demostrado que "las personas que tienen actividades intergeneracionales son más felices que las personas de su misma edad que no tienen ese contacto". Además revela que tras la semana "los propios mayores nos piden que sigan viniendo los niños" y de forma puntual, los trabajadores "los vuelven a traer para seguir teniendo contacto". 

Entre las actividades más destacadas que han llevado a cabo han sido: "talleres de actividad física y de bingo" y un taller bastante curioso como es el de "curas y vendajes".

"El año que viene repetiremos seguro", asegura la directora del centro, Sandra Llorente

La directora adelanta que "el año que viene repetiremos seguro", debido también a la "acogida que ha tenido en los niños", que están "encantados" y cuando acaban los talleres, "desean volver al día siguiente".]

 

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