El equipo de rastreo de la Gerencia de Servicios Sanitarios de Lanzarote detectó durante el mes de enero el origen del 84,6% de los contagios por COVID-19 que se han dado en la isla. "Es uno de los mejores datos de trazabilidad alcanzado y se da en el peor mes de la pandemia y en el que mayor número de casos se han registrado", destacan desde la Consejería de Sanidad.
Según el Informe de los indicadores epidemiológicos de COVID-19 en Canarias, Lanzarote es la isla donde mayor números de casos se asocia a un brote, seguida de Gran Canaria con el 74,4% y Fuerteventura con el 73,7%. "Lejos de ser una excepción, los datos de todas las islas sitúan a Canarias como la Comunidad Autónoma con la trazabilidad más alta del país", precisa la Consejería, que recuerda que un porcentaje elevado de este indicador, implica que los equipos de rastreadores "identifican las cadenas de transmisión y se puede controlar mejor la pandemia".
Un total de 36 personas conforman actualmente el equipo de rastreo de la Gerencia de Servicios Sanitarios de Lanzarote: 18 enfermeras, 9 fisioterapeutas y 9 militares de Aviación que se han formado para realizar labores de seguimiento durante la pandemia provocada por el coronavirus.
El número de miembros del equipo ha ido cambiando en función del momento epidemiológico y del número de casos que provoca cada ola del coronavirus. En enero, y dado el empeoramiento de los datos en la Isla, el Área de Salud de Lanzarote recibió el ofrecimiento de colaboración por parte del área de Promoción de la Salud de Tenerife, el equipo de rastreo de Fuerteventura y de rastreadores militares del Mando Único de Canarias.
Liderados por Baltasar Gómez, este equipo centra sus esfuerzos en cercar el virus y evitar que se amplíe la cadena de trasmisión. Cada día, y tras ser informado por el equipo médico de los nuevos casos los rastreadores, comienzan las llamadas de teléfono a cada uno ellos y a todos los contactos estrechos que aporten.
Durante el mes de enero, en un solo día se rastrearon 115 casos y se realizaron más de 1.200 llamadas telefónicas, mientras que la media diaria se situó en 62 casos y alrededor de 600 llamadas cada jornada.
Han rastreado 421 brotes en la isla desde el inicio de la pandemia
La labor de los rastreadores consiste en recopilar el mayor número de datos posibles para hacer un registro de identificación e información sanitaria que les permita el seguimiento de los casos. Asimismo, indagan sobre cuestiones como con cuántas personas han estado y en qué condiciones a fin de identificar a los contactos estrechos. La información recopilada por los rastreadores se hace llegar cada día a la Dirección General de Salud Pública.
La otra tarea de los rastreadores es educativa, ya que con cada persona hacen una llamada a la responsabilidad social y recuerdan la importancia de seguir las medidas sanitarias como el uso correcto de las mascarillas, hacer una buena higiene de manos y mantener la distancia de seguridad.
En el caso de ser contacto estrecho y aunque la PCR sea negativa, el equipo insiste en que se mantenga y se cumpla el aislamiento, y reconocen que es, en este punto, donde más resistencia encuentran por parte de la ciudadanía, por lo que se repiten las llamadas.
De esta forma, y desde que comenzara la pandemia, en Lanzarote se ha rastreado 421 brotes. Según apuntan desde este equipo, la mayoría de los brotes se dan en el ámbito familiar, tanto entre convivientes como no convivientes. El ámbito laboral es el segundo donde más brotes se han detectado, seguido de los brotes sociales y escolares. No obstante, desde la Consejería precisan que "cada vez son más comunes los que tienen carácter mixto, es decir, que se dan en más de un ámbito"
