La eucaristía y los fuegos artificiales cerraron las fiestas de San Ginés, en Arrecife. Miles de vecinos disfrutaron de ambos eventos y participaron durante estos días de las actividades programadas a lo largo de la ciudad.
En primer lugar, la comunidad católica de Arrecife celebró por todo lo alto la festividad del Santo Patrón San Ginés. Una hora antes de comenzar la Santa Misa, las tres naves del templo estaban abarrotadas de fieles, que no quisieron perderse la celebración. Dentro de la iglesia, no cabía ni un alfiler.
El templo lucía sus mejores galas con una ornamentación floral muy cuidada, realizada por Francisco Hernández y Familia. La Santa Misa estuvo presidida por Monseñor Javier del Río Misionero y Obispo de Bolivia, que se vio arropado por catorce compañeros sacerdotes, según explico el párroco de San Ginés Miguel Hernández.
Ésta fue la primera vez en la historia de la parroquia que un Obispo preside la celebración de la Santa Misa el día del Patrón. La homilía fue predicada por el Arcipreste de Lanzarote y párroco de Tinajo Santiago Quintana, que hizo reflexionar a los fieles sobre Las Bienaventuranzas.
Otra parte muy importante de la celebración fueron las ofrendas de la comunidad, que fueron entregadas al Obispo por varias parejas ataviadas con trajes típicos de Lanzarote. Sin lugar a dudas, uno de los momentos más emotivos del acto cuando la Coral Arrecife cantaron con brillantez la Misa Canaria, de Luis Prieto García y que magistralmente dirigió Hernán Lorenzo.
Acto seguido, mientras los coralistas interpretaban el himno a San Ginés, la imagen salió al exterior del templo, donde fue recibida con el repique de las campanas, una traca de fuegos artificiales y una calurosa ovación de aplausos por el numeroso público que abarrotaba la plaza.
La procesión, encabezada por la banda de música dirigida por el Maestro Pepe Artiles, llenó las calles de Arrecife. En ella, participaron también el clero, las autoridades y los fieles, que acompañaron al Santo por su recorrido por la ciudad hasta su retorno el templo.
Fuegos artificiales
Para despedir las fiestas de San Ginés, qué mejor que una buena traca de fuegos artificiales. Los colores pirotécnicos llenaron el cielo a partir de las 22.30 horas. La playa de El Reducto quedó abarrotada de gente, que no quiso perderse el espectáculo. Además, decenas de familias dejaron el Recinto Ferial para aproximarse al paseo y ver, desde allí, este espectáculo.
