Fotos: Sergio Betancort
El Carnaval Tradicional impregnó de música y colorido este sábado la arteria principal de la capital lanzaroteña. A las 12 horas se inició el pasacalle desde las inmediaciones de Las Cuatro Esquinas recorriendo toda la calle Real hasta la plaza de Las Palmas, frente a la iglesia de San Ginés, coincidiendo con el mercadillo. La jornada estuvo marcada por el buen ambiente y por el sol y las altas temperaturas que invitaban a salir a disfrutar de la ciudad.
El pasacalle iba presidido por el colectivo cultural y tradicional con más antigüedad en Lanzarote y Canarias, Los Diabletes de Teguise, que a su paso hacían sonar las esquilas ante la atenta mirada del numeroso público que no dejaban de hacerles fotos, mientras algún despistado se llevaba algún que otro susto con el zurrón colgando de un palo.
Junto a Los Diabletes desfilaban los Gigantes y Cabezudos, una de las manifestaciones que no deben faltar en un pasacalle con tanta tradición. Tras ellos, y animando con los alegres y pegadizos ritmos carnavaleros, toda una institución, la Banda de Música de Agaete de Gran Canaria, muy ligada a la Bajada de la Rama, creada en el año 1911 y muy solicitada para amenizar pasacalles y conciertos en plazas y teatros. Estos profesionales lo dieron todo para conseguir que el público no dejara de bailar y de aplaudirles a su paso .