El crecimiento poblacional supone para los archipiélagos de Canarias y Baleares un rompecabezas. Tal es así que el Gobierno canario ha creado una comisión para tratar de contener a su aumento, mientras plantea medidas alternativas como restringir la compra de vivienda a no residentes. Esta realidad es más acuciante en las islas que sufren el boom del turismo de masas, donde la población visitante llega a duplicar o triplicar a los residentes y se dan los movimientos de trabajadores que migran para trabajar en el sector servicios. Así lo muestra el Informe 4 islas 2024, que analiza las realidades de Lanzarote, La Palma, Ibiza y Menorca.
En 32 años, en el periodo comprendido entre 1991 y 2023, la población residente de derecho en Lanzarote creció un 244,6% y la isla ganó 93.887 habitantes, hasta alcanzar los 158.798. Esta realidad enfrenta a la isla al reto de cómo gestionar sus recursos y sus infraestructuras. Asimismo, el crecimiento poblacional ha venido de la mano del turístico.
Esta investigación revela que la presión humana de Lanzarote, generada entre turistas y residentes, es la mayor de los territorios analizados. En 2023, la isla llevó a su mayor presión humana, con un total de 233.399 personas, una cifra que no ha dejado de crecer en 2024. Es por ello que advierte que que se requiere "una gestión estratégica" para "mitigar los impactos que el turismo masivo genera en los recursos naturales, la infraestructura y la calidad de vida local".
En este contexto, cabe tener en cuenta que en el caso de Lanzarote y La Palma se da la circunstancia de que el turismo que llega a Canarias es estable todo el año, mientras que el balear es estacional y más frecuente en los meses de verano.
Presión en el territorio
Según este estudio, la isla de los volcanes tiene además la segunda mayor densidad de población de los territorios analizados. En 1991, Lanzarote contaba con 77 residentes por kilómetro cuadrado, en 2023 ascendió hasta los 188. Frente a ello, con una superficie mucho menor, Ibiza contaba en los años noventa con 126 residentes por cada kilómetro cuadrado y 278 en 2023. Estas cifras se disparan al tener en cuenta la población turística, en Ibiza se registran los 402 habitantes por kilómetro cuadrado, mientras que en Lanzarote asciende a 276.
Tanto Lanzarote como Ibiza, "enfrentan una presión similar", a pesar de que la isla de los volcanes tiene además la protección de reserva de la biosfera. "Este crecimiento evidencia un uso intensivo del territorio en una isla que, como reserva de la biosfera, debe equilibrar la conservación y desarrollo", continúa el texto.
Así pues, apostilla que se debe dar "un manejo cuidadoso de los recursos", frente a una demanda sostenida entre residentes y turistas.
Turismo sin fin y sus impactos medioambientales
En un contexto de emergencia habitacional, con el acceso a la vivienda más caro de su historia, Lanzarote está inmersa en la declaración de una crisis hídrica y de gestión a causa de los continuos cortes de suministro de agua y se ve desbordada por la afección medioambiental de sus espacios naturales a causa de la sobrecarga turística.
Esta investigación señala que, a pesar del parón turístico de la pandemia, Lanzarote, Ibiza y Menorca se recuperaron "de forma inmediata" y "superaron los valores históricos" que habían registrado. De este modo, el estudio resalta la importancia de fomentar "políticas de sostenibilidad" para "mitigar los impactos de este turismo masivo en los recursos y servicios públicos".
Sobre el crecimiento poblacional, esta investigación ahonda en el papel que tienen los movimientos migratorios en el crecimiento poblacional de la isla. Según los últimos datos publicados por Ekonomus, colombianos, británicos, italianos, marroquíes y alemanes son los principales residentes foráneos en la isla. Así pues, destaca la llegada de inmigración "ofrecen un impulso económico y demográfico, pero también presionan "sobre los recursos naturales y los servicios públicos, lo que requiere políticas de sostenibilidad y gestión de recursos".
Así pues, Ibiza tiene el mayor porcentaje de residentes extranjeros. El 32,7% de sus residentes nacieron fuera de España, mientras que en Lanzarote la cifra es de un 31,7% de residentes nacidos en el extranjero. Frente a ello, hace 23 años, los residentes extranjeros eran el 16,9% en Lanzarote. En este punto, la investigación invita a "aborgar los desafíos de una población diversa y en crecimiento".
En este sentido, el documento destaca que la inmigración de personas en edad laboral "ha permitido sostener" las economías turísticas de Lanzarote e Ibiza y destaca "una continua llegada de adultos jóvenes en búsqueda de empleo". Frente a ello, aprecia una reducción en la base poblacional empujada porque hay menos nacimientos, los jóvenes migran a otras zonas en busca de oportunidades y los cambios en el modelo familiar.
