Fotos: Sergio Betancort
La gran familia Campesina inició al zoco de las fiestas de San Ginés este festival, un compromiso con el solo propósito de manifestar una de las tradiciones ancestrales de la cultura canaria en su expresión máxima con la música y sus danzas. Y para seguir potenciándolas, la noche del pasado sábado en la carpa del recinto ferial subieron al escenario para así poder celebrar el "27 Festival Campesino".
En esta edición les correspondió a ellos comenzar con un recuerdo para el recién fallecido Ico Arrocha, reconocimiento que levantó el primer y más sonoro aplauso de la noche. Posteriormente llegó la actuación de los organizadores los cuales un año más, y así 50 años desde su fundación, siguen levantando pasiones entre sus seguidores. Sus voces muy bien afinadas unidas a los sones de los instrumentos tradicionales consiguen armonizar con creces cada una de las piezas que forman parte de su último trabajo discográfico "Desde Lanzarote". En este disco se recogen algunas composiciones que han sido rescatadas consiguiendo así darlas a conocer a las nuevas generaciones y donde también se recogen las composiciones más tradicionales del folclor lanzaroteño, como Campesina, Zaranda, Sorondongo, Malagueña e Isas. Todas ellas arropadas por las danzas hicieron que el público asistente disfrutara de una espectacular puesta en escena donde la entrega de sus danzantes es total. Hombres y mujeres consiguen que el escenario por momentos se convierta en una auténtica obra de arte.
La segunda parte del festival fue para el espectáculo denominado "Pieles", un reflejo de algunas de las tareas que las mujeres y hombres de anteriores generaciones llevaron a cabo para poder hacerle frente a las dificultades de supervivencia de aquellos tiempos. Dirigidos por Jonatan Rodríguez, los integrantes del espectáculo en ningún momento abandonaron el escenario consiguiendo así que el público estuviese expectante en todo momento. Escenificaron trabajos como los llevados a cabo en su mayor parte por las mujeres, quienes al pie de la pila, pasaban las horas para así poder llevar a cabo la difícil tarea de lavar la ropa, bordar un pañuelo, sábana o almohada. También el afilador estuvo presente, refrescando así la mente a todos aquellos que fueron testigos de este laborioso trabajo totalmente artesanal. Tampoco faltó uno de los cantos con el que las madres de antaño conseguían dormir a sus hijos, el siempre tarareado "Arroró". Pieles también llevó al escenario canciones que reflejaban los trabajos del campo, como la Zaranda de Lanzarote o Don Juan Periñán de la isla de La Palma. Todos ellos llevados a cabo con unos arreglos fusionados consiguiendo que la raíz estuviese siempre muy presente. Sin lugar a dudas, los trabajos de percusión llevados a cabo por unos grandes percusionistas los cuales no solo hacían sonar sus instrumentos si no que a la par los acompañaban con magistrales coreografías. Pieles con su puesta en escena conquistó al público mostrando así un trabajo fresco y vanguardista, donde cada espectador tiene también su sitio. Pieles un homenaje a los hombres y mujeres de antaño, un espectáculo donde sus componentes lo dieron todo sobre el escenario, trabajo que el público premió con sus aplausos puestos en pie.