Se terminaron las disculpas seguidas de "no hay ningún taxi disponible, vuelva a llamar más tarde". Este servicio público puede empezar a cambiar en Lanzarote y a mejor, o al menos es lo queasegura el máximo responsable del área de Transportes, el consejero Ramón Bermúdez, y los técnicos que se están encargando de poner en funcionamiento la central donde se recogerán todas las llamadas de la isla.
Porque este nuevo sistema de comunicación se va a implantar definitivamente en cuestión de meses, después de que los ayuntamientos modifiquen las ordenanzas que regulan el servicio y que van a contemplar la obligatoriedad de la adhesión. Este jueves lo han llevado a pleno San Bartolomé, Teguise, Tinajo y Haría. Arrecife y Yaiza lo harán en los próximos días y el 15 de enero Tías, municipio donde se detecta la mayor oposición del sector. Pero ya ha advertido Ramón Bermúdez que podrían perder la licencia aquellos que se nieguen a conectarse con la central.
Desde que entre en vigor la normativa, los profesionales contarán con tres meses para incorporar el sistema de navegación, GPS, en sus vehículos, que resulta imprescindible para la efectividad del sistema y para adaptarse a la central. El GPS les mantiene localizados en todo momento y además incorpora un pedal de seguridad que en una situación de emergencia les conecta directamente con la central y con los compañeros más cercanos a su posición.
El Cabildo se ha comprometido a subvencionar el 20 por ciento del coste total de los aparatos y conceder créditos blandos, es decir, con 0 intereses. De momento, los 56 asalariados de Yaiza y los 37 de Teguise ya están integrados y en pocos meses lo estarán los 403 que hay en todo la isla, aunque seaa regañadientes.
Las claves del sistema
¿Pero qué es en realidad este sistema del que se lleva hablando tanto tiempo, en el que el Cabildo ha invertido 300.000 euros y que tenía que haber estado operativo hace más de un año? En realidad el nombre proviene de la denominación del programa informático que permite recoger y centralizar las llamadas en un sistema y asignarles automáticamente el vehículo más cercano, que está localizado y posicionado con el sistema GPS. "Antes el taxista elegía el servicio, ahora es el ordenador quien elige al taxista", interpreta Pedro Fraile, técnico del Cabildo sobre las posibilidades de Auriga.
Sin embargo, no se trata de una insularización, como han calificado algunas asociaciones de taxista de la isla, sino de una reorganización de la demanda. Los operadores que se encuentran en la central, reciben la llamada del usuario, y el ordenador manda el aviso al taxi más cercano dentro del municipio. Sólo en casos puntuales, como puertos, aeropuertos o puntos donde de forma esporádica aumente significativamente la demanda de servicios, el sistema acude a profesionales de otros municipios.
El tiempo de respuesta, según Pedro Fraile, se reduce con este sistema a 30-45 segundos, desde que el usuario conecta con la central hasta que el vehículo recibe la localización del cliente, y no hay posibilidad de que no exista un servicio.
Los técnicos que coordinan la señal hablan de una ruptura de conceptos. "Se acabó ocupado y libre", explica Fraile. Ahora se contemplan cuatro estados del vehículo y se añaden "Llegando a destino", que se denomina a aquel servicio a punto de finalizar en el que el taxista, mediante un botón, ha enviado la señal al sistema avisando de su inmediata disponibilidad; y "taxi ocupado a larga distancia" que informa sobre su disponibilidad de recoger un servicio en camino.
Además, ya no será necesario aprenderse todos los números de taxis de los siete municipios de la isla, ya que se prevé acordar con una operadora, un número único, de pocos dígitos, que sea fácilmente memorizable y que enlace con la central desde cualquier punto de la isla. El nuevo sistema también va a permitir reservar el taxi con antelación y con tiempo ilimitado, algo que hasta el momento era imposible.
Pero además de las ventajas para los usuarios que enumeran los responsables, los taxistas también salen ganando porque según los técnicos del proyecto van a ver incrementado sus beneficios en un 20 por ciento ya que el sistema permite reducir costes, entre otros, el de combustible.
