Usted desmiente que en la celda de Dimas hubiese un móvil y un ordenador portátil.
Así es. Este interno, como todos en el centro penitenciario de Arrecife, no han tenido intervenidas las comunicaciones por la parte judicial y han podido seguir comunicándose como cualquier otro interno. Y cuando me refiero a comunicar es que pueden ir a hacerlo familiares o amigos, durante el tiempo que lo hemos tenido dentro. También hay que reconocer que ha estado año y medio en el exterior mediante el tercer grado, que es cuando en principio hay una serie de escuchas intervenidas por las que se desata todo este caso de la Operación Unión.
¿Pero se puede descartar de pleno que poseyese esos elementos electrónicos?
Yo puedo decir que la situación que él tenía es como la de otros internos. Él podía llamar 10 veces a la semana durante cinco minutos y luego tenía dos conductos elementales como eran las cartas, podía mandar al exterior todas las cartas que quería sin restricción de la Dirección ni del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria. Cuando se desata este caso, se le imputan una serie de delitos y pasa a una situación de preventivos. Pero es que está preventivo por una cosa y penado por otra causa. El tema es que por estar preventivo por una serie de causas depende del juez que le imputa esos delitos. El juez tiene la potestad de retenerlo o mandarlo a otro centro. La última palabra la tiene el juez. La Secretaría de Instituciones Penitenciarias puede decir que lo quiere mandar a Pamplona, pero si el juez no da el visto bueno para ese traslado, no se va.
¿El primero que tiene que dar la orden es Instituciones Penitenciarias?
Por la disposición del delito, por la transcendencia que hay en la isla, por el poder que estos señores han estado desarrollando en la isla durante tanto tiempo en las instituciones, a esta gente se le clasifica enseguida como FIES, que es interno de especial seguimiento. Nosotros tenemos a ocho personas en una prisión de tres módulos, y por mucho que los queramos dispersar, coinciden en determinados módulos. Y la comunicación entre ellos, si están sacándolos continuamente a declarar, tienen mucho más fácil concretar cosas específicas del sumario estando aquí juntos que si los dispersas.
¿En qué medida ha tenido que ver ese artículo de El País con el traslado de Dimas Martín, Matías Curbelo, José Miguel Rodríguez y Luis Lleó?
Yo creo que ha sido mera coincidencia, porque hay una diferencia de varios días desde que El País publicó este artículo hasta el traslado.
¿Realmente cree que no tiene nada que ver con el traslado el hecho de que El País publicara que Dimas Martín tenía un despacho montado en Tahíche?
Bueno, creo que sí, que algo ha tenido que ver. Pero es lo que estamos hablando, El País lo lee todo el mundo y no se puede escribir un artículo poniendo supuestamente. Si escribes un artículo con una palabra tan dañina como supuestamente, realmente al que nos está haciendo daño es al colectivo de prisiones. Pero es que supuestamente podía tener otras mil cosas.
¿Hubo más internos que fueron desplazados a las cárceles de Gran Canaria o Tenerife ese día, o solamente fueron cuatro?
Hay internos que van a estar dispersados en varias prisiones de la península. El martes se trasladó a once personas.
¿Podría deberse a la restructuración de la cárcel?
Cuando he considerado que el traslado era injusto he formulado denuncias, como me pasó el año pasado, y fue la única vez que se ha conseguido paralizar un traslado en prisiones, de una vieja a una nueva, así que cuando tengo que denunciar una serie de cosas las denuncio y cuando tengo que desmentir una serie de cosas las desmiento. Si el periodista de El País tenía una información contrastada y veraz de lo que estaba pasando, directamente no lo tendría que haber publicado, tendría que haber puesto la denuncia pertinente en el juzgado oportuno y que se realicen las investigaciones oportunas. Y si eso es cierto la UGT saldrá avalando el Estado de Derecho y que cada uno aguante su palo.
¿La situación de Dimas en la cárcel va a ser muy diferente por irse de Lanzarote a Tenerife?
El régimen penitenciario va a ser el mismo, lo único que va a cambiar va a ser el horario, estipulado por el Consejo de Dirección del centro, y también el hacinamiento de los módulos. Aquí por ejemplo los módulos son de 72 personas y supongo que en Tenerife hay algunos que son de 180 ó 200 personas. Ya no sé por clasificación a dónde lo mandarán. Volvemos a lo mismo, por el delito están clasificados como FIES, que son internos de especial seguimiento. Eso en principio suena muy bien, pero los tienes en módulos de régimen ordinario. Especial seguimiento quiere decir que les haces una inspección ocular y una serie de informes para ver cómo se está comportando ese interno en ese módulo. Se hace por ejemplo con presos islamistas, que yo he tenido en la prisión de Córdoba, y estaban en módulos ordinarios y se les intenta controlar un poco más por si están dando una serie de directrices.
Usted ha comentado que el dia que comenzó la "Operación Unión", los agentes de la UCO se personaron en Tahíche para detener a Dimas y "reventaron" la celda en busca de algún tipo de información. Usted dice que no tenía móvil ni portátil, ¿qué puede tener un interno en la celda para que se lleve a cabo semejante registro?
Dimas está cumpliendo condena por una sentencia firme del complejo agroindustrial y a nosotros se nos persona la secretaria judicial con cinco policías de la UCO en el módulo de enfermería y automáticamente toman el módulo. Hubo un momento en que el módulo de enfermería era de ellos por resolución judicial. El resto de la prisión la seguíamos gestionando nosotros, pero ese módulo estuvo a disposición de ellos durante 10 o 15 minutos por resolución judicial. Como bien dije la pusieron patas arriba, se llevaron la información que creyeron conveniente y pasaron a otra serie de celdas y de departamentos buscando otra cosa. Entraron donde quisieron en el módulo de enfermería porque por resolución judicial no te puedes oponer. Si en ese momento hubiesen encontrado algo se hubiesen llevado a declarar a los dos funcionarios que estaban allí en ese momento y ya hubiésemos visto si no les hubiesen imputado también un delito. Y eso no ocurrió.
¿Hay posibilidades de que un interno tenga un móvil en la cárcel y que ustedes no se den cuenta?
Perfectamente, y ahí entraríamos ya en los problemas que tenemos a la hora de cachear a los familiares que entran dentro. Y a la semana entran unos cuarenta vehículos con comida o lo que sea. Y cuando llegan 50 cajas no puedes estar revisándolas todas por el volumen que supone. Los familiares ya se saben bastantes triquiñuelas para pasar por ese detector, pero nosotros estamos atados de pies y manos a la hora de cachear a un interno porque cuando quiero ponerlo al desnudo integral tengo que cubrir una serie de papeles y para cuando quiero cogerle la sustancia ya han pasado unos 15 minutos. Hay mucha burocracia por el Estado de Derecho en el que vivimos.