El presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés, ha convocado a los medios de comunicación en una rueda de prensa para "dar la versión definitiva" sobre la "algarabía" que se ha montado alrededor de la compra de un edificio histórico por parte de la primera Corporación. San Ginés ha asegurado que será la última vez que hable de su relación con un miembro de esta familia y ha desmentido que el Cabildo haya comprado este inmueble "movido por el vínculo personal del presidente".
San Ginés ha asegurado que ofrece esta rueda de prensa porque, según él, "la información que ha salido en absoluto se ajusta a la realidad". En este sentido, ha negado que su relación personal con la hija de la propietaria de la vivienda motivara esta compra, ha desmentido que el Cabildo pagara deudas que tenía el inmueble, y ha insistido en que no se eligió la tasación más cara. "Admito que lo hago dolido, pero no tanto por mí, porque algo curtido estoy ya en estas lides, sino por el ataque que están haciendo al honor de una familia lanzaroteña que se está mancillando", ha criticado.
Por ello, en nombre del grupo de gobierno del Cabildo y del suyo propio ha pedido "públicas disculpas a esta familia por el daño gratuito que se les ha hecho para minar" la imagen del presidente y del grupo de gobierno. "Nuestra integridad moral está intacta, la mía, la del grupo de gobierno y la de la familia. Por supuesto, mi conciencia como cargo público está impoluta, aunque cansa tanta miseria, ruindad, mezquindad política y tantas verdades a medias", ha manifestado.
"Han querido encontrar su particular Watergate"
San Ginés ha asegurado que esta relación personal ni la "escondió" ni la "evitó", convencido de su "integridad moral". No obstante, ha denunciado que "ciertos elementos vieron los cielos abiertos y algunos creyeron haber encontrado el gran talón de Aquiles de la corrupción presidencial y otros encontraron su particular Watergate, pero vuelven a pinchar en hueso, los unos y los otros". "Es por eso que no estoy en los tribunales, y apuesto a que tampoco lo estaré", ha afirmado el presidente del Cabildo.
San Ginés ha explicado que el departamento de Patrimonio inició los contactos para adquirir esta casa en 2011 "sin consulta previa a la Presidencia, que no era necesario", y fue en enero de 2012 cuando se presentó la tasación "encargada por Patrimonio y no por la propiedad" de 2,5 millones de euros. En septiembre, tuvo lugar "la única negociación" que ha habido con la familia propietaria y se ofreció 1,8 millones de euros a pagar en ocho años y sin intereses.
Según sostiene el presidente, en octubre el pleno, "con la abstención de la oposición", acuerda modificar el Plan de Inversiones para contemplar 150.000 euros para el primer pago de la vivienda. En noviembre, el Cabildo, "con el voto favorable del PIL y de Alternativa Ciudadana y la abstención del PP", acuerda la modificación de crédito para habilitar esta partida. En diciembre de 2012, se aprueban los presupuestos de la Corporación donde se contemplan 420.000 euros para este edificio histórico. La operación se termina por materializar en 2013.
"Cuando se produjeron todos estos antecedentes, yo ni siquiera tenía conocimiento de la existencia de ningún otro miembro de esa unidad familiar que no fuese la propietaria, con la que había hablado una vez en mi vida. Por lo tanto, es imposible que ninguno de esos acuerdos tuviese nada que ver con un vínculo personal, ni hubo ninguna negociación durante esa relación. No encontrarán el menor atisbo de este tipo de dudas que han terminado por convertirse en las más virulentas acusaciones de las que he sido objeto en estos casi cuatro años que llevo como presidente", ha lamentado.
"No asumí la presidencia para llevarme un premio a la simpatía"
San Ginés se ha reafirmado en esta compra y ha asegurado que no tiene por qué abortarla, ya que sería "injusto". "¿Por qué, por tener la desgracia de ser un ser humano y conocer a un miembro de una unidad familiar que no siquiera era la dueña?", se ha preguntado. "Fue una decisión fundamentada para un proyecto en el que creíamos y en el que creemos", ha defendido. Y es que si llega a abortar esta operación, "entonces se habrían tomado decisiones por situaciones personales del presidente".
En este sentido, ha defendido que la operación es "100 por cien ética y cuenta con todas las bendiciones e informes favorables". "A partir de este instante, y sobre este particular, a la oposición no le responderé otra cosa que indicarle el camino a los tribunales", ha advertido.
Pero, además, ha hablado de la figura del presidente del Cabildo, que "genera muchos enemigos, sobre todo cuando se hacen las cosas con rigor". "Por eso, recurren machaconamente a las críticas a mi carácter y a ataques personales. Es el precio que decidí pagar y tengo que asumirlo y ya casi no me quejo, porque uno va evolucionando. Pero hay terceras personas que no han elegido esto y hay que ser cuidadosos con las escandaleras mediáticas gratuitas e infundadas que se montan", ha criticado.
Ante toda esta situación, el presidente ha asegurado que "está tranquilo y sereno". "No asumí esta responsabilidad con el objetivo de hacer amigos o llevarme algún premio a la simpatía o para beneficiar a mis amigos. A mí sólo me queda seguir trabajando, intentar dar lo mejor de mí para que este Museo Arqueológico y el circuito de edificios históricos de Arrecife se hagan realidad", ha defendido.
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