La oficina del museo submarino se ha trasladado ya a su nuevo emplazamiento, en un quisco ubicado junto al Castillo de las Coloradas y cedido por el Ayuntamiento de Yaiza. Así, según han confirmado a La Voz, los Centros Turísticos han abandonado el local que llevaban alquilando desde hace más de tres años en el puerto deportivo ilegal Marina Rubicón.
El traslado de la oficina llega más de un año después de que el Pleno del Cabildo aprobara una moción de Podemos instando a los CACT a abandonar ese local y a desvincularse de un puerto ilegal, máxime cuando la sentencia del caso Yate declaró probado que sus dueños obtuvieron la licencia a cambio de sobornos. Sin embargo, el paso dado ahora por los Centros incluye una medida más, que también ha sido cuestionada porque supone destinar otro espacio, a 100 metros del puerto y en forma de Centro de Interpretación, a ese polémico museo instalado frente a Marina Rubicón.
"Con la excusa de cumplir ese mandato plenario, lo que están haciendo es todo lo contrario a lo que se les encomendó, que era desvincular a los Centros Turísticos de ese puerto ilegal", denunció el portavoz de Podemos en el Cabildo, Carlos Meca, al conocer el convenio con el Ayuntamiento de Yaiza. En virtud de ese convenio, el Consistorio no solo ha cedido el quiosco sino también la fortaleza, donde se pretende instalar un Centro de Interpretación del Museo Atlántico, además de albergar un espacio que podrá acoger exposiciones del Ayuntamiento.
"Un emplazamiento considerado estratégico"
De momento, el primer paso ha sido trasladar la oficina al quisco, que ha abierto sus puertas este lunes. Según explican desde los CACT, en ella se ofrecerá información sobre el propio museo y también sobre el resto de Centros y el Castillo de las Coloradas. "Son muy luminosas y funcionales, circunstancias que facilitan la operativa a los trabajadores", señalan desde el Cabildo en un comunicado.
Además, subrayan que "se encuentran en un emplazamiento considerado estratégico, ya que, por un lado, son más visibles y accesibles al encontrarse en el paseo marítimo de Playa Blanca y, por otro, garantizan control visual sobre todo lo que acontece en la bahía de Las Coloradas, donde están sumergidas las esculturas creadas por Jason deCaires Taylor".
Hasta ahora, esa oficina se ubicaba en un pequeño local en la parte trasera de Marina Rubicón. Inicialmente, el local fue alquilado junto a otro anexo para servir de taller a Jason deCaires mientras elaboró las figuras del museo submarino. Sin embargo, una vez finalizado el trabajo, los Centros siguieron pagando ese alquiler. Finalmente, tras las denuncias de Podemos -que lleva años pidiendo que los Centros se desvinculen del puerto ilegal- se terminó rescindiendo ese contrato, pero al día siguiente se firmó otro para seguir alquilando solo uno de los locales, que es el que han seguido usando hasta ahora los CACT como oficina del museo.
Un mandato "fuera de lugar" según San Ginés
Fue entonces cuando la formación morada volvió a llevar el tema a Pleno, donde en ese momento tenía la mayoría la oposición, y consiguió que se aprobara instar a los Centros a abandonar también ese local. En aquella sesión, el presidente del Cabildo Pedro San Finés afirmó que el mandato plenario estaba "totalmente fuera de lugar", apuntando así que no tenía intención de ejecutarlo.
Sin embargo, tres meses después y cuando estaba a punto de debatirse su destitución como consejero de los CACT por incumplir otro mandato plenario, José Juan Lorenzo anunció que estaban "ultimando" un acuerdo de colaboración con el Ayuntamiento de Yaiza para poder dar uso al Castillo de las Coloradas y trasladar allí, entre otras cosas, la oficina del Museo Atlántico.
Precisamente el parentesco de Lorenzo con los dueños de Marina Rubicón ?ya que es sobrino de uno de los propietarios y primo del gerente- es uno de los temas que ha despertado más críticas en relación a la creación de ese museo submarino y a los posteriores pagos al puerto por el alquiler de locales y otros conceptos, como amarre de una embarcación, reparaciones y atraque.
Ahora, tras el traslado de la oficina, el consejero Echedey Eugenio se ha "felicitado" por una iniciativa que afirma que "facilita la labor a los trabajadores y garantiza una mayor y más adecuada visibilidad para el Museo Atlántico".