"El Museo Atlántico se prepara para convertirse en un laboratorio natural de investigación de la vida en nuestras costas, uno de los objetivos para los que fue creado, con la puesta en marcha de dos innovadores proyectos orientados, el primero, a la recuperación de una especie marina catalogada como vulnerable y, el segundo, a medir distintas variables para calibrar el impacto de la acción humana sobre el medio marino". Eso es lo que ha anunciado este martes el Cabildo, en un comunicado en el que confirma que este nuevo centro turístico recibe una media de 29 visitas al día.
Concretamente, según ha informado el consejero delegado de los CACT, José Juan Lorenzo, el museo recibió 10.546 visitantes desde abril 2017 a mayo de 2018, de donde se extrae esa media de menos de 30 visitas diarias. Esto, según Lorenzo, "contribuyó a impulsar la economía insular a través del sector del buceo". Sin embargo, los propios estudios publicados por el Centro de Datos del Cabildo reflejan que de los 176.644 turistas que practicaron buceo en la isla el año pasado, menos de 5% acudió a este museo ubicado junto al puerto deportivo ilegal Marina Rubicón, propiedad de la familia de Lorenzo.
En el II Encuentro anual de la Empresa Operadora del Museo Atlántico (EOMA) celebrado este lunes, Lorenzo destacó que uno de los ejes de este centro turístico es "convertir Lanzarote en lugar de referencia en Europa para la iniciación a este deporte y en referente internacional en la lucha por la protección de los mares" y se "congratuló", según ha informado el Cabildo, por "poder centrar ahora todos nuestros esfuerzos en uno de los objetivos con los que nació este proyecto como es el del análisis, el estudio y la divulgación en favor de la conservación de los mares".
"Ciencia ciudadana" para ejecutar el proyecto
En cuanto a los proyectos presentados este lunes, las encargadas de exponerlos fueron Pilar García y Dolores Gelado, doctoras de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Con el primero, Propuesta experimental de conservación y restauración de praderas de Cymodocea Nodosa en el entorno del Museo Atlántico, explican que "se están obteniendo esquejes de ejemplares de esta planta, que serán replantados en el conjunto escultórico sumergido en la bahía de Las Coloradas".
Según el Cabildo, "este proyecto se está sirviendo de la ciencia ciudadana". Al respecto, señala que es "un nuevo concepto científico que apuesta por la contribución de las personas a través de su esfuerzo intelectual, sus conocimientos, sus herramientas y recursos". De esta forma, "son los guías y los propios centros de buceo quienes están prestando su colaboración en el proceso de observación, captación y trasplante de los esquejes".
"El programa de acciones de este proyecto transversal en el que participan los Centros, la consultora Dracaena y la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad de Las Palmas se está realizando en tres fases", precisan desde el Cabildo. "En la primera, ya ejecutada, se identificó los ejemplares donantes y se extrajeron un máximo de 75 esquejes que contienen las estructuras que mejor garantizan el crecimiento de las plantas. En una segunda, que se está culminando, se trasladó estos esquejes a un laboratorio para su tratamiento, desarrollo y aclimatación. En la última, se trasplantarán 35 rizomas en el Museo Atlántico, en un sustrato arenoso a entre 10 y 15 metros de profundidad", explican, añadiendo que "el proyecto se hará extensivo, además, a una segunda zona ya que se prevé trasplantar otros 40 rizomas en la zona del sebadal de Punta Papagayo".
Proyecto de sensorización del Museo Atlántico
Por otro lado, María Dolores Gelado, profesora de Química de la Universidad de Las Palmas, presentó el Programa de sensorización del Museo Atlántico, "un proyecto de observación marina que permitirá medir distintas variables que contribuirán a valorar el impacto de la acción del hombre sobre los océanos". Este programa pretende, además, "entender el funcionamiento del medio marino y sus ecosistemas; entender el clima; mejorar la seguridad en el mar, difundir el valor patrimonial de la zona y mejorar la conservación y la sostenibilidad del Museo Atlántico para propiciar iniciativas, proyectos de investigación y acciones científicas".
El Cabildo afirma que "el sistema de observación que se desplegará en el Museo Atlántico dará respuesta a valores relacionados con la meteorología, la oceanografía y la biogeoquímica marina". Para ello, "se valdrá de tres puntos de observación, una de fondeo principal, que dará soporte a la estación meteorológica y a la sensórica submarina; un fondeo secundario, que sustentará el sistema de observación submarina de imagen y sonido, y una boya móvil, que servirá de soporte a una sonda multiparamétrica y a una cámara submarina".
"Los resultados de esta monitorización contribuirán a una mejor comprensión de los ecosistemas litorales de Canarias, proporcionando información para su conservación, uso y gestión sostenible", añaden, señalando que "al mismo tiempo, serán de gran valor para entender el efecto que tienen los procesos antropogénicos en el ámbito local, en particular, aquellos ocasionados por el cambio climático y la contaminación", ya que "la información generada se integrará en programas de observación de mayor escala en el ámbito regional y, en general, en la observación del Atlántico".
"Estos dos proyectos" valoró el consejero de los Centros, Echedey Eugenio, "revelan que el Museo Atlántico no es sólo una herramienta de promoción turística del destino de incalculable valor y un elemento vertebrador y dinamizador del segmento del turismo de buceo insular sino que, más allá incluso, es un vector fundamental para la proyección social de valores asociados a la sostenibilidad del medio marino".
Premios anuales
Por último, se procedió a la entrega de los premios al mejor guía (EDG) y la mejor empresa (EOMA) del Museo Atlántico 2018, que recayeron en Iain Irving, de Island Watersports, y en Manta Diving. Según el Cabildo, ambos destacaron que "el Museo Atlántico ha convertido esa área en una de las zonas con mayor vida de Canarias".
