La Policía Nacional se ha visto obligada a acudir este martes a tratar de mediar en una disputa en un taller de reparación y venta de vehículos en Arrecife, en la calle León y Castillo. Diego de la Cerda lleva apostado en el acceso a este taller desde hace dos semanas, con una pancarta en la que denuncia una presunta venta "fraudulenta" de un coche.
Los dueños del taller, que niegan estos hechos y se sienten perjudicados por la actitud de este hombre, han tratado de que los agentes le echaran, pero al encontrarse en la vía pública no han podido hacerlo. El taller ha denunciado los hechos en los Juzgados, mientras que Diego de la Cerda lo ha hecho en dos ocasiones ante la Policía Nacional. Incluso, ha denunciado un intento de atropello por parte de un trabajador del taller.
La historia comenzó en septiembre, según la denuncia que Diego de la Cerda presentó el pasado día 3 en Comisaría. En ella, se explica que este hombre conoció a un trabajador de este taller en un cumpleaños y le dijo que vendía un Mercedes. El denunciante se interesó por él y el 14 de septiembre le entregó 500 euros, mientras que el 12 de octubre le dio otros 500 euros. El comprador decidió acudir a Tráfico a informarse sobre la situación del vehículo y comprobó que "el coche no se encontraba a nombre del vendedor", sino a otro nombre.
El denunciante se lo comentó al vendedor, que le pidió "otros 360 euros en dos pagos de 180 euros", según consta en la denuncia, para agilizar el trámite. Accedió al pago pero le manifestó que sería el último hasta que no se formalizara la situación con su vehículo. Pasados los días sin saber nada, Diego de la Cerda se presentó en el taller buscando al trabajador, a quien exigió el dinero que había entregado, 1.360 euros en total.
Le dijo que le devolvía el coche, que sólo quería el dinero y, posteriormente, le advirtió de que realizaría unos carteles exigiendo el dinero y avisando a posibles compradores de futuros vehículos. Según el denunciante, fue en ese momento cuando le acabó insultando el dueño del taller. "Hijo puta, no tengas huevos de poner los carteles", consta en la denuncia.
Incluso, presentó una segunda denuncia por "tentativa de atropello a su persona por parte del señor con el que se hizo una transacción comercial fraudulenta". Según la denuncia, el pasado día 7 "le dio fuertemente a su vehículo marcha atrás con la intención de arrollarlo". Este mismo martes, Diego de la Cerda ha asegurado que "le han mojado con una manguera para que se marchara de ahí".
El taller niega los hechos
Sin embargo, desde el taller tienen una versión muy diferente de los hechos. Una de las responsables, con las que ha hablado este mismo martes la Policía Nacional que se ha personado en el lugar de los hechos, ha asegurado a La Voz que el "taller no tiene nada que ver en esto". En este sentido, ha asegurado que Diego de la Cerda realizó un negocio "con un señor que trabaja en el taller, pero no con el taller".
"Se lo vendió un trabajador con el que tenía una relación de amistad. El empleado lleva mucho tiempo en el taller, cumple una buena función y nunca hemos tenido problemas con él. Es un señor mayor que tiene cinco personas a su cargo y que trabaja muy bien, y no lo vamos a echar por este individuo", ha asegurado esta mujer. Y es que desde este taller sostienen que el contrato "se hizo fuera" y no implica a los dueños del negocio. Sin embargo, Diego de la Cerda asegura que acudió al taller, "al despacho", a "hacer el trato".
Por su parte, desde el taller temen que este hombre les esté perjudicando el negocio. "Dice que somos unos sinvergüenzas y se pasa el día con su pancarta, asegurando que es amigo del Rey. Con la situación como está y que este señor venga a perjudicarnos", lamenta esta mujer, que asegura que la Policía Nacional "no hace nada".
"Ya lo hemos denunciando en los Juzgados, pero todo sigue igual y la Justicia es muy lenta. La Policía Nacional interviene pero no soluciona nada. Es un circo. No entiendo por qué no va a la propiedad de su ex amigo, del trabajador, a manifestarse. Nosotros no tenemos nada que ver", insiste.