El pasado año arribaron a Lanzarote 52 embarcaciones irregulares, la mayoría de ellas de origen magrebí

La inmigración en cifras

Recién estrenado el 2007, el drama humanitario de la llegada de pateras a las costas canarias no cesa. No se habían cumplido quince días del nuevo año cuando Lanzarote recibió cuatro embarcaciones procedentes de la zona ...

15 de enero de 2007 (05:06 CET)

Recién estrenado el 2007, el drama humanitario de la llegada de pateras a las costas canarias no cesa. No se habían cumplido quince días del nuevo año cuando Lanzarote recibió cuatro embarcaciones procedentes de la zona magrebí. La primera de ellas, alcanzó suelo conejero, concretamente la playa de La Garita, en Arrieta, el pasado domingo. La patera estaba vacía cuando la Guardia Civil la encontró y sus inmigrantes habían escapado. Las fuerzas de seguridad sólo consiguieron detener a diez personas, entre ellos seis menores, de unas 20 aproximadamente que suelen viajar en cada embarcación.

La siguiente no se hizo esperar, ésta llegó a la zona de Los Ancones, en Costa Teguise, el pasado martes. En esta ocasión, los inmigrantes también consiguieron burlar la vigilancia policial y se dispersaron por la isla. Al igual que la anterior, la Guardia Civil sólo logró detener a cinco personas.

La tercera arribó a costas gracioseras. Los inmigrantes aprovecharon la oscuridad de la noche para huir, aunque las fuerzas de seguridad lograron interceptar a siete personas durante el mismo día y a otras siete, al día siguiente.

La última fue avistada por los servicios del Frontex a cinco millas de la costa de Haría. En su interior, viajaban nueve personas, cuatro de ellos menores.

Una situación que se repite constamente en Lanzarote, y que en ocasiones, los efectivos policiales no consiguen detener a todos los ocupantes de las pateras que llegan. Aunque en otras , los radares de las fuerzas de seguridad consiguen detectar las embarcaciones y todas las personas que viajan en ellas son detenidas.

La inmigración de 2006

A lo largo de 2006, llegaron a la isla de los Volcanes 52 embarcaciones, de las que se interceptaron a unas 777 personas. A pesar de ser una alta cifra, muchos otros inmigrantes consiguieron escapar de las fuerzas de seguridad. Concretamente, la Guardia Civil retuvo una media de 15 personas por patera. Si tenemos en cuenta que aproximadamente en una embarcación suelen viajar alrededor de una veintena de ocupantes, aunque en algunos de los casos han llegado a 40, más de 200 inmigrantes, de forma aproximada, podrían haber burlado la vigilancia policial el pasado año.

Durante el 2006, Lanzarote ha experimentado un aumento significativo del número de pateras que han alcanzado suelo conejero. Casi todas las embarcaciones que llegaron son de origen magrebí, por lo que ya se ha empezado a hablar desde las instituciones oficiales de que se ha vuelto a retomar la antigua ruta magrebí hacia las costas conejeras y majoreras.

Según las cifras aportadas desde la delegación insular del Gobierno, de los 777 inmigrantes interceptados durante el pasado año, 625 fueron devueltos a sus lugares de origen, gracias a los convenios de repatriación que el Estado español tiene suscritos con algunos países, como es el caso de Marruecos. En muchas otras ocasiones no se puede repatriar a los inmigrantes porque no existen estos acuerdos y aunque se dicten las órdenes de expulsión, éstos son trasladados a un Centro de Internamiento, donde pasan 40 días, y después, los desplazan a la Península. Allí, se les ofrece atención primaria, que consiste en un albergue y una pequeña pensión. Esto significa que se quedan en territorio español. En 2003, de las 2.014 personas que llegaron a Lanzarote a bordo de pateras, se dictaron 1.778 órdenes de expulsión que no se llegaron a producir. En 2004, fueron 298 y en 2005, 265.

Entre los 777 inmigrantes interceptados en 2006, los agentes de los cuerpos de seguridad de la isla detectaron, además, a 147 menores de edad que han podido quedarse en España, aunque en ocasiones, fuera de la isla porque muchos de éstos son trasladados a la Península debido a la saturación en la que se encuentran muchos de los centros canarios.

Lanzarote también vivió durante el pasado año la muerte de un inmigrante mientras intentaba alcanzar las costas conejeras. La tragedia ocurrió el pasado mes de agosto cuando miembros de la Guardia Civil hallaron el cuerpo sin vida de una persona en la zona costera de Caleta de Mero.

Incremento del fenómeno de la inmigración

En el año 2003, Lanzarote registró el mayor número de pateras que arribaron a las costas conejeras, concretamente 107 embarcaciones de las que se detuvieron a 2.014 personas. A pesar de estas altas cifras, durante el 2004 y el 2005 la isla vivió un fenómeno de disminución en la llegada de inmigrantes, ya que durante el 2004 sólo llegaron 17 pateras, mientras que se incrementó ligeramente durante el 2005, con 23 embarcaciones.

Un incremento que se acentuó mucho más durante el pasado 2006, ya que casi se duplicaron el número de pateras que llegaron a la isla con respecto al año anterior. Si en 2005 los efectivos de emergencia interceptaron a 303 personas, en 2006 fueron más del doble los que alcanzaron las costas lanzaroteñas, concretamente 777 inmigrantes.

A pesar de este aumento, las cifras son mucho más elevadas si nos referimos a los menores de edad que llegaron en embarcaciones irregulares a la isla, ya que de 23 en 2005 se ha pasado a 147 jóvenes durante el pasado año.

Servicio Integral de Vigilancia Exterior

Las esperanzas para controlar la inmigración irregular en la isla están puestas en el famoso SIVE, Servicio Integral de Vigilancia Exterior. Éste ya está en proceso prueba y entrará en funcionamiento el próximo 21 de enero. Para inaugurarlo, se espera la llegada a Lanzarote del Ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, o el director general de la Policía y de la Guardia Civil, Joan Mesquida.

El SIVE estará formado por dos unidades fijas con radar para la detención de embarcaciones en el mar, con un alcance de unas 10-12 millas. Éstas estarán instaladas en Montaña Mina, en el municipio de San Bartolomé, y en la subida de Trujillo, en Haría.

Para controlar este dispositivo especial de vigilancia, que estará en funcionamiento 24 horas al día, se encargarán diez agentes de la Guardia Civil, que hasta ahora han estado desarrollando las labores de vigilancia con las tres cámaras térmicas instalas en Lanzarote.

Además de las dos unidades de radar fijas y de las tres cámaras térmicas, la isla también contará con las dos unidades móviles para controlar la llegada de pateras a Lanzarote. Todo este sistema de vigilancia estará conectado en el cuartel de mando de la Guardia Civil de Costa Teguise.

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