El consejero de Agricultura y Ganadería del Cabildo, Higinio Hernández, acusó este lunes a "algunas" bodegas de estar realizando una especie de "chantaje" a los viticultores que acuden a ellas con la uva que están recogiendo este año en la campaña que todavía no ha concluido. Así lo puso de manifiesto durante su dura intervención en el programa Buenos Días de Radio Lanzarote, donde garantizó que no van a consentir que se esté jugando con el trabajo de los que conforman el eslabón más débil de la cadena, los agricultores.
El nunca llueve a gusto de todos que se aplica especialmente en la agricultura viene como anillo al dedo para explicar lo que está sucediendo este año con la uva. Después de haber pasado años en los que la sequía había hecho auténticos estragos en la producción, tras llegar incluso a plantearse el cierre de algunas bodegas, aparece una buena cosecha -no espectacular, simplemente buena- y se arma la de San Quintín. El hecho de que haya un millón de kilos -uva arriba, uva abajo- de los que las bodegas no se quieren hacer responsables habría generado una auténtica crisis de no haberse producido el compromiso del Cabildo insular de que se va a hacer cargo de todo el excedente. Con promesa o sin ella los problemas parecen continuar, sobre todo después de escuchar al consejero del Área en la Primera Corporación insular. "Pensaba que el sector vitivinícola era un sector que estaba unido y me he llevado una gran sorpresa al comprobar que no es así", subrayó para introducir el asunto que tan preocupado le tiene, aseverando acto seguido que lo más llamativo de todo ha sido comprobar que hay bodegas que no han empezado todavía a recoger uva por razones absolutamente censurables. "Como saben que hay un excedente, están un poco detrás para intentar desgastar al agricultor, cuando resulta que el agricultor no tiene culpa de que esto ocurra", dijo bastante indignado.
Ahondando un poco más en el asunto, el consejero ratificó que estas bodegas lo único que persiguen es sacarle ventaja a la situación y conseguir en definitiva que bajen los precios. "Del año 2001 al 2004 no ha pasado nada con los viticultores porque ha habido campañas deficientes y la cantidad de uva no llenaba las bodegas. Por eso no me parece serio lo que están haciendo algunas bodegas en un año en el que hay mucha uva", insistió, recalcando que han sido muchos los viticultores que le han ido a visitar para quejarse de la situación y para quejarse del juego que se está haciendo con los precios. "Lo que está sucediendo en esta campaña no debería suceder, porque muchas bodegas no están siendo serias y están chantajeando al agricultor, y el Cabildo no lo va a permitir", señaló algo más que molesto.
Ni una uva en la parra
Asumiendo nuevamente el compromiso que ya adelantó su compañero Luis Celestino Arráez, sobre todo con el deseo de tranquilizar a los viticultores, indicó que no se va a permitir que se quede una sola uva en las parras, haciendo lo que esté en su mano para conseguirlo. Eso sí, advirtió muy seriamente y para aclarar los rumores que circulan ya como la pólvora por toda la Isla que la Primera Corporación insular no ha llegado a ningún acuerdo con bodegas El Grifo para que sean ellos los que canalicen toda la recogida de uva que luego almacenará la institución. "Es incierto que El Grifo vaya a coger uva para el Cabildo, y eso tiene que quedar muy claro, porque el Cabildo defenderá por igual los intereses de todos los agricultores y de todas las bodegas, dando transparencia a la campaña", aseguró con contundencia. Además, exigió a las bodegas que este año hagan un esfuerzo para ayudar a quien hay que ayudar, que no son otros que los viticultores. "Que nadie intente confundir a la gente; que las bodegas cojan lo que tienen que coger y hagan el sacrificio de coger más producción que en otros años", dijo.
Pero lo que llena de un mayor grado de desazón a Hernández es que no se consulte con los viticultores para saber cuál es su opinión sobre lo que está sucediendo, motivo por el cual el Cabildo ha decidido sacar un anuncio urgente para que el excedente del que se está hablando y que todavía sigue sin cuantificar sea registrado a través de la inscripción de la producción exacta de cada agricultor. En cualquier caso, estima que la cosecha no superará los tres millones de kilos.
