IMÁGENES: Sergio Betancort
A las obras de la Circunvalación de Arrecife les "costó muchísimo arrancar", pero una vez que se han puesto en marcha "van bien, cumpliendolos plazos". Así lo ha trasladado a La Voz el consejero de Obras del Cabildo, José Antonio Gutiérrez, que se ha mostrado "contento por la agilidad" que está teniendo ahora este proyecto. El Cabildo confía en que las obras en el tramo entre Maneje y Titerroy terminen "en el plazo previsto de 9 meses". El plazo previsto para la finalización total de la obra se mantiene en 2014.
En estos momentos, "están trabajando con intensidad" en este tramo, que es el que se desvió hace unos meses. "Ahí está concentrada la gran parte de la labor de ejecución. Hay que tener en cuenta que es la parte que más molesta a los vecinos. Están dando prioridad y agilizando los trabajos para minimizar cuanto antes las molestias", ha señalado el consejero.
Precisamente, los trabajos están consistiendo en "movimientos de tierra", que es lo que más molestias causa a los vecinos. "Lo que se está haciendo ahora es picar y mover tierra, que es lo más complicado. Cimentar luego ya es más sencillo", ha explicado Gutiérrez, que confía en que el firme se pueda visualizar "antes de los nueve meses previstos".
Gutiérrez no conoce el dato de cuántos trabajadores están actualmente ejecutando la obra, pero asegura que "no hay más maquinaria porque molestaría y sería imposible", pero se "están cumpliendo los plazos marcados por el Gobierno de Canarias".
Además, ya se ha cimentado parte de la estructura del puente que irá entre Titerroy y Maneje. Todavía faltan otros dos puentes, el del cementerio y "preparar otro" que estaría entre el cementerio y Maneje. En uno de los puentes, el del cementerio, se está "trabajando, pero de momento buscando la cota desde la que arrancar". El otro puente "no se ejecutará" de momento, ya que falta la "calle sur" y no sería "lógico" iniciar las obras sin que la construcción tenga salida.
Este tramo, el de Maneje a Titerroy, es el "más complicado", precisamente porque hay que levantar puentes. Por eso, se ha tenido que desviar el tráfico, porque se necesitan todos los carriles para "cimentar en los dos lados a la vez".
Posteriormente, una vez terminado el tramo Maneje-Titerroy, según Gutiérrez, habrá que habilitar otro tramo para seguir ejecutando la obra. "El siguiente imagino que puede ser el tramo hacia Costa Teguise, pero aún no está programado. En este caso, no habría que hacer desvíos, se podría dejar un carril y trabajar en el otro y compatibilizar la obra con el tráfico rodado", ha asegurado el consejero que, no obstante, ha advertido de que este nuevo tramo "dependerá de la financiación que tengamos el año que viene". El último tramo en ejecutar, según Gutiérrez, probablemente será el que está al inicio de la Circunvalación, en la zona más cercana a la LZ-2.
Quejas vecinales
Gutiérrez también ha respondido a las quejas vecinales, fundamentalmente, por la cantidad de tierra y polvo que les entra en casa. Pese a que varios vecinos aseguraron a La Voz que "no se estaba echando agua" a la tierra para que ésta "no volara", el consejero ha asegurado que sí que se realiza y se procura hacer "de forma adecuada".
"Se está echando agua. Hablé con el asistente técnico que está a pie de obra y procuran hacerlo. En este caso, hay que pedir disculpas a los vecinos porque sé que alguno lo está pasando mal. Por ello, pido que se guarden las medidas preventivas para que vuele tierra lo menos posible y para tratar de terminar esa parte de la obra y salir de ahí cuanto antes", ha señalado.
Además, Gutiérrez ha pedido a los vecinos de la zona que utilicen el paso inferior de la LZ-1 que se habilitó para que cruzaran de un barrio a otro, ya que alguno está pasando por la carretera. "Es una vía asfaltada y es cómodo. Aconsejo a la gente que cruce de forma adecuada", ha señalado.
