"Eduardo me pidió el lunes mi número de fax para enviarme su baja del partido por escrito, que después me llegó al despacho". Así culmina el desencuentro que en la última semana ha protagonizado el hasta hace poco tiempo presidente insular del CCN, Eduardo Arbelo, y el recién nombrado presidente, Rafael de León, quien ha declarado "lamentar mucho" los "pasos y declaraciones" dadas por Arbelo, fruto de la precipitación según el presidente del CCN y de "sirenas que le están llegando", refiriéndose a las reuniones que asegura que ha mantenido el ya ex militante del CCN con el presidente de Nueva Canarias, Román Rodríguez, en Tenerife.
Rafael de León ha negado que el partido que ahora preside en Lanzarote se esté desmantelando y asegura que el cierre de la sede electoral que denunciaba públicamente Arbelo hace unos días, no es más que "la mudanza a otra sede más administrativa". Un traslado en el que asegura de León, "me ha ayudado Eduardo Arbelo y un grupo de afiliados, así que de liquidar, nada". El partido sigue adelante también, según el presidente del CCN, en otras islas como Gran Canaria, Fuerteventura y El Hierro, en las que también se están buscando sedes más pequeñas.
Aunque Rafael de León no descarta la integración del CCN con otras formaciones nacionalistas, subraya que por ahora "no hay nada firme". Además, afirma que su partido, después de los resultados electorales, está dispuesto a hacer "un esfuerzo por la reconciliación nacionalista" para unir los votos "dispersos" que unidos "darían la mayoría absoluta al nacionalismo en todas las instituciones".
Para alcanzar esa unión, Rafael de León considera necesario que CC haga autorreflexión para "no seguir con esa prepotencia" y los partidos escindidos de la fuerza nacionalista mayoritaria decidan que "los trapos hay que lavarlos en casa y llegar a un acuerdo". En cualquier caso, Rafael de León no se ha referido a conversaciones concretas de su partido con otras fuerzas nacionalistas y ha querido puntualizar que el entendimiento que buscan "no quiere decir que mañana nos tiremos a los brazos de nadie".
