El Cabildo ha vuelto a cambiar de jefa en el área de Patrimonio Histórico, poco más de dos años después de la destitución de María Antonia Perera. En aquel momento, para el cargo fue designada Rita Marrero Romero, que ha venido ocupando el puesto desde entonces. Sin embargo, ahora ha decidido presentar su renuncia de manera "irrevocable".
En un decreto firmado el pasado martes por el presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, se acepta la renuncia y se designa para el cargo a Sandra Cabrera Pacheco. En su caso, a diferencia de sus antecesoras, no ejercerá como jefa sino como "coordinadora" del Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo. Y el motivo, según las fuentes consultadas, estaría en que es empleada de la Corporación, pero no funcionaria. Según se señala en el decreto, su elección se produjo tras "estudiar las posibilidades de cubrir dicho puesto entre el personal técnico" del departamento.
La nueva coordinadora de Patrimonio es secretaria de organización del Comité Local de CC en Arrecife. Además, fue candidata en las listas del Coalición Canaria en las últimas elecciones al Ayuntamiento de la capital y también ocupó el segundo puesto en la candidatura para los comicios al Senado.
Perera, destituida en Patrimonio y luego como directora del museo arqueológico
Los cambios en la jefatura del área de Patrimonio comenzaron en septiembre de 2014, cuando fue destituida Nona Perera. "No es una destitución, es más bien que se le encomienda un nuevo proyecto", aseguraron entonces a La Voz desde el grupo de gobierno, que negó que la decisión estuviera relacionada con las "discrepancias" que había mantenido con ella Pedro San Ginés.
El "nuevo proyecto" que se le encomendó entonces fue la dirección del museo arqueológico que pretendía abrir el Cabildo en la casa que compró en la calle Fajardo, y que sigue sin ver la luz. "Es cierto que el museo aún no existe, pero queremos que se ponga en funcionamiento lo más pronto posible", señaló en 2014 el que era consejero de Patrimonio, Juan Antonio De La Hoz, afirmando que necesitaban una persona que estuviera "encima de Tragsa" y que se dedicara al proyecto "en cuerpo y alma".
Cinco meses después, sin embargo, Nona Perera fue destituida como directora del museo arqueológico. Y su cese se produjo poco después de que emitiera un informe alertando de que con las obras se estaban destruyendo los valores históricos "que justificaron la compra" del inmueble. Además, Perera advertía de que la estructura de la casa estaba "en peligro", ya que el sistema de evacuación de aguas "arrastra la cimentación de inmueble".
