La Consejería de Industria, Comercio y Consumo del Cabildo de Lanzarote, que dirige Lourdes Bernal, ha presentado una serie de alegaciones al borrador de proyecto de decreto por el que se regula el procedimiento de concesión de la licencia comercial específica, elaborado por el Gobierno de Canarias.
Cabe destacar la disconformidad mostrada ante el artículo 3º, que hace referencia a los grandes establecimientos comerciales. Según el borrador enviado por el Ejecutivo canario, la isla de la Graciosa no cuenta con una consideración especial, sino que, por el contrario, está integrada en los criterios de Teguise, Ayuntamiento al que, en efecto, pertenece. Sin embargo, esta circunstancia posibilitaría que existiese un centro comercial de 750 o, en el peor de los casos, de 1.000 metros cuadrados, dada la población de derecho del municipio.
Según la responsable de este área en la máxima institución de la Isla, "se trata de unas dimensiones totalmente desproporcionadas para el caso de La Graciosa, más aún cuando el borrador recoge que en otras islas como La Gomera o El Hierro se permite un centro comercial de un máximo de 500 metros cuadrados, independientemente del número de habitantes que tengan los diferentes municipios".
Otro de los artículos sobre el que se presentan alegaciones, en este caso el 21, se refiere a las zonas de atracción comercial, estableciendo cuatro grados diferentes según el tamaño, la población y la actividad comercial de cada lugar. En este caso, el municipio de San Bartolomé ha sido relegado al apartado IV y último, un "cajón desastre" al entender de la consejera de Industria, Comercio y Consumo. En opinión de Lourdes Bernal, "San Bartolomé, dadas sus características, debería estar situado en el apartado II, junto a los núcleos lanzaroteños de Arrecife y Tías o, como mínimo, en el apartado III, donde se ha ubicado al municipio de Teguise".
