La Junta de Gobierno del Cabildo de Lanzarote aprobó este miércoles la calificación territorial que permitirá comenzar los trabajos para la clausura y sellado del vertedero de isla de La Graciosa y la construcción de la planta de transferencia de residuos.
De esta forma, el Cabildo culmina el proceso administrativo para facilitar estas dos acciones ambientales y ahora deberá ser el Gobierno de Canarias el que comience las actuaciones, ya que, según los acuerdos alcanzados por ambas instituciones, será la empresa pública Gesplan la encargada de ejecutar los trabajos.
La planta de transferencia de residuos se ubica en la zona conocida como La Mareta, mientras que el vertedero incontrolado se sitúa en la llamada Baja del Ganado. En ambos casos, la empresa pública del Gobierno de Canarias deberá pedir los pertinentes permisos al Ayuntamiento de Teguise o la Dirección General de Costas.
La planta de transferencia de residuos de se encargará de clasificar y acumular todos los residuos de la octava isla, para compactarlos y trasladarlos al vertedero de Zonzamas, en Lanzarote. Esta infraestructura tendrá una limitación de altura de dos metros, pudiendo construirse semienterrada. Además, todo el conjunto deberá ser vallado como medida de seguridad.
El Cabildo ha solicitado al Gobierno de Canarias que incluya una cinta de selección de residuos en la futura planta, que en el proyecto inicial no estaba prevista. La Graciosa ya cuenta con contenedores de residuos seleccionados para vidrio, envases y papel y cartón, que entrarían ya clasificados en la planta de transferencias, pero no así las basuras orgánicas.
CESIÓN
Los terrenos sobre los que sitúan tanto la planta de transferencias como el vertedero pertenecen al Ministerio de Medio Ambiente, que los cede al Cabildo a través de una concesión administrativa durante un periodo de 75 años. El Cabildo, a su vez, los pone a disposición del Gobierno.
Por otra parte, no será necesario obtener calificación territorial por parte de Gesplan para proceder a la limpieza y eliminación de vertidos de construcción en la zona del Morro de Las Estribas, ya que se considera que estas acciones "no conllevan edificación o instalación alguna y no alterarían los perfiles naturales o actuales del terreno, antes bien se eliminarían elementos extraños a él", según el Cabild
ACN Press
