El Ayuntamiento de Arrecife ha iniciado un expediente de revocación de licencia contra un bar, ubicado en la calle Triana número 7, por "modificación sustancial de la licencia de actividad otorgada". Este local, que también da a la calle La Inés, ha sido muy polémico y los vecinos han denunciado en muchas ocasiones ruidos y peleas en la zona, aunque ahora se sienten tranquilos porque lleva "un mes y medio cerrado".
El Boletín Oficial de la Provincia de Las Palmas (BOP) publicaba este miércoles la notificación del decreto de apertura del expediente de revocación de licencia contra este bar. Según el Consistorio, esto supone que se "anula" la licencia, que se queda sin efecto, por lo que el propietario tiene que volver a solicitar el permiso al Ayuntamiento. En el BOP, además, se explica que al afectado se le dio traslado en junio de la propuesta de resolución, pero éste dejó transcurrir el plazo sin presentar alegaciones.
El personal de la Oficina Técnica de Arrecife pudo comprobar en junio de este año a lo largo de una inspección "que sí se habían producido modificaciones sustanciales de la licencia de actividad otorgada". Por ello, resultaba "necesario legalizar la actividad".
Y es que, según la Oficina Técnica, cuando inspeccionaron en el bar encontraron un tabique dividiendo el local en dos. Aunque los técnicos consideraron que este tabique podría existir con anterioridad, lo que reflejaron en su informe fue que antes había una puerta que comunicaba ambos espacios y ahora "está bloqueada, de manera que a efectos prácticos se ha subdividido el local en dos".
Pero, además, la modificación del local fue "más allá". "En una segunda visita se ha podido comprobar que se han realizado obras de ampliación de la superficie del local, que resulta a la calle La Inés número 61 por la edificación colindante". Además, los técnicos comprobaron que los baños existentes para la totalidad del local se habían "suprimido, sustituyéndose por dos grupos, uno ubicado en la parte del local que da a la calle La Inés y otro en la parte que da a la calle Triana". Asimismo, se produjo "una modificación de la distribución, cerrándose la puerta que comunica con la barra y creándose un almacén con una nueva puerta".
Pero es que, además, sobre este local pesaban varios expedientes sancionadores abiertos porlas "numerosas denuncias" de la Policía Local de Arrecife "por ruidos, música sin permiso, permisibilidad para que los clientes saquen las bebidas desde el interior del local al exterior, incumplimientos reiterados del horario establecido y otras infracciones que causan molestias a los vecinos", según refleja el BOP. Las primeras denuncias fueron recibidas en 2007 y a partir de ese año la Policía Local contabilizó varias más, hasta el punto de considerar estos hechos como "una infracción administrativa catalogada como grave", por lo que el propietario podría ser sancionado con una multa de 6.010,12 euros a 30.050,61 euros.
La polémica viene "de largo"
Precisamente, los vecinos aseguran que la polémica en este bar viene "de largo". "Hace años que ocurre esto. Ha sido una constante, una odisea. Lo han precintado, lo han abierto, lo han vuelto a cerrar? siempre así. Los vecinos han denunciado muchas veces e, incluso, el edificio fue intervenido hace dos años porque vivía gente de forma ilegal allí", ha señalado el presidente de la Sociedad Torrelavega, Edmundo de La Hoz, que tiene la sede justo en frente de este local.
De la Hoz explica que en este bar y en sus inmediaciones siempre ha habido "mucho ruido y de todo". "Desde cuchilladas a peleas y destrozos", asegura, al tiempo que dice que los conflictos "van por épocas". "Según quien alquile el local? Si es más tranquilo mantiene la paz, pero si el que está dentro le importa tres pitos todo pues pasa lo que pasa. Ese local ha cambiado de manos bastantes veces", apunta.
De la misma manera se pronuncia otro vecino de la calle Triana. "Siempre ha habido problemas en este bar, desde hace muchísimo tiempo. Se metió gente que no debía y al final se llenó de peleas", afirma. Otro vecino asegura que el ruido "era insoportable". "Hasta la madrugada se escuchaba la música y también gritos por peleas y follones. La policía ha venido varias veces", asegura.
Por ello, ahora los vecinos se muestran "más tranquilos" con este bar cerrado. "Ahora no hay problemas de ruidos y de peleas. Han abierto otro bar cerca pero es gente tranquila y muy normal que no molesta a nadie", indica Edmundo de la Hoz. "Nosotros hemos apoyado a los vecinos, hemos mandado escritos al Ayuntamiento y a todos lados, hemos tenido reuniones y se arreglaba pero después se volvía a abrir. Es una historia muy larga, pero ahora al menos está cerrado", afirma.
Edmundo de la Hoz insiste en que la calle ahora está "mucho más tranquila", pero advierte de que el problema se podría estar trasladando a la parte final de esta vía, ya que "se junta una gente a jugar y a dar gritos y puede que los vecinos sientan molestias". "Eso sí, no se ven los follones de antes", señala.
