Está acusado de presunta estafa en la venta de siete viviendas

El administrador único de Lanzatías se defiende en el juicio: "Yo de esta gente me he preocupado y nunca he ido estafando nada"

"Yo no quería quedarme con nada. Sólo quería quedar bien con los propietarios". Así se ha manifestado el administrador único de la entidad mercantil Construcción y Promociones ...

14 de febrero de 2012 (00:59 CET)
El administrador único de Lanzatías se defiende en el juicio: Yo de esta gente me he preocupado y nunca he ido estafando nada
El administrador único de Lanzatías se defiende en el juicio: Yo de esta gente me he preocupado y nunca he ido estafando nada

"Yo no quería quedarme con nada. Sólo quería quedar bien con los propietarios". Así se ha manifestado el administrador único de la entidad mercantil Construcción y Promociones Lanzatías, S.L., que este lunes se ha enfrentado a un juicio, acusado de un presunto delito de estafa en la compraventa de varias viviendas en Arrecife. La vista oral ha tenido lugar en el Juzgado de lo Penal Número 3 de Arrecife y la Fiscalía ha mantenido la solicitud de pena de 4 años de prisión para Juan Manuel Cañada.

El Ministerio Público le acusa de firmar entre julio y septiembre de 2003 distintos contratos de opción de compra de determinadas viviendas. Fueron siete los compradores que denunciaron esta presunta estafa, al aportar parte del precio de las casas y luego encontrarse con que éstas "no estaban libres de carga". Además, en algunos casos, el acusado llegó a venderlas supuestamente a terceras personas. Según ha reconocido el acusado durante el juicio, nunca devolvió las cantidades que aportaron los compradores. Por ello, la Fiscalía solicita una indemnización para la totalidad de los afectados de 210.000 euros.

El juicio ha comenzado con casi una hora de retraso. El acusado ha solicitado la suspensión de la vista oral alegando "falta de confianza" en su abogado defensor. Según ha explicado, tras la noticia que La Voz avanzó el viernes sobre la celebración de este juicio, de la que se hicieron eco varios medios de comunicación, la familia del acusado se enteró de este procedimiento y un allegado se ofreció como abogado. Sin embargo, la juez no ha admitido esta petición del acusado y ha señalado que este intento de Juan Manuel Cañada de suspender el juicio no era más que una "estrategia para dilatar el procedimiento". Además, ha recordado que en otra ocasión también renunció y cambió de abogado a última hora.

El acusado ha reconocido que él era administrador único de Lanzatías y ha señalado que sólo se "limitó a firmar contratos" de compraventa de los afectados. "Las chicas de la oficina tenían los contratos y me llamaban para que yo los firmara. Yo iba y firmaba. Los compradores entregaban el dinero, pero no a mí, sino en la oficina", ha justificado Juan Manuel Cañada.

Contradicciones del acusado

El administrador único de Lanzatías ha reconocido que no ha devuelto el dinero que los afectados entregaron antes de que su vivienda se elevara a escritura pública. "Hubo una reunión para hablar sobre este tema. Yo les dije que les devolvería el dinero, pero no lo firmamos por escrito. Luego me dieron una puñalada y me denunciaron. Por eso estoy hoy sentado aquí", ha indicado Juan Manuel Cañada.

Durante el juicio, la magistrada le ha advertido al acusado en varias ocasiones de que estaba "entrando en contradicciones con su declaración en fase de instrucción". Incluso, le ha pedido que contestara "concienzudamente" a las preguntas de los abogados o el fiscal. "Bastante liosos son ya los hechos, como para que usted no conteste con precisión", le ha espetado la magistrada.

Por su parte, el acusado ha tratado de negar los hechos y, en los casos que no ha podido hacerlo, los ha achacado a un simple "error". Por ejemplo, sobre las viviendas que vendió a los compradores y que, posteriormente, acabó vendiéndolas supuestamente a un tercero, Juan Manuel Cañada ha asegurado que lo hizo "porque creyó que el contrato ya estaba resuelto". Además, ha negado que esta segunda venta se hiciera a un mayor precio que la primera. "Yo eso nunca lo he hecho", ha indicado, al tiempo que la abogada de la acusación particular le ha respondido: "No sé por qué, pero no me lo creo".

Y es que el acusado ha insistido en que él "siempre se ha preocupado de esta gente y nunca ha ido estafando nada". "Nunca les he dejado abandonados. Tuvo que ser entonces un error. Yo nunca quise engañarles. Ahora resulta que yo soy el malo, el culpable, cuando siempre me he preocupado por ellos", ha asegurado, aunque ha reconocido que pudo cometer "algún fallo". "Yo nunca me he negado a cumplir con mi responsabilidad y no lo he hecho por falta de recursos económicos. Si me pagaran lo que me deben, lo que deben a Lanzatías, yo no estaría aquí", ha manifestado.

El acusado también ha dicho ante la juez que sólo "a veces tenía conocimiento del dinero que entraba en la oficina, pero no siempre". Ante eso, la abogada de la acusación particular ha señalado: "Usted se está pintando como un tonto con el que las chicas de su oficina hacían lo que querían. Y, sin embargo, es administrador único de la empresa".

Los testigos relatan los hechos

Tras la declaración del acusado, ha llegado el turno de los afectados por esta presunta estafa. El primero de ellos ha relatado que compró una vivienda en 2003, en el barrio de Maneje. "El administrador único de Lanzatías, su mujer e, incluso, por escrito, me dijeron que estaba libre de cargas", ha asegurado. Al ver que nunca le entregaba las llaves, pese a haber depositado más de 24.000 euros, decidió poner este caso en manos de su abogado. "Entonces es cuando me enteré de lo que ocurría", ha señalado este afectado.

Este hombre invirtió junto a su entonces novia todos sus ahorros en la compra de esta casa. "Este señor me fue dando largas durante meses y yo jamás tuve esa casa", ha lamentado este afectado, que compró la casa sobre plano. En el juicio, también ha declarado su ex pareja, que ha defendido su misma tesis. "Esa finca estaba libre de cargas, porque me lo dijo el acusado. Yo vivía con mis padres y mi ex novio también. Era una ilusión tener nuestra primera casa. Pensé que ésta era una empresa solvente", ha manifestado.

Otro testigo ha afirmado que suscribió un contrato privado de opción de compra de una casa en Maneje. "El acusado estaba delante cuando lo firmé. Pagué 46.500 euros. Me dio la llave, pero nunca me dio la casa", ha explicado. Posteriormente, adquirió la vivienda al banco, pero aún el acusado le debe la cantidad que él depositó. "Me siento engañado", ha confesado.

El siguiente afectado ha relatado que compró una vivienda en Maneje y, para ello, entregó a Lanzatías 36.000 euros. También intentó adquirir una segunda finca para la que entregó, primero 30.000 euros y, posteriormente, otros 18.000 euros. "No sabía que lo habían vendido a un tercero", ha indicado este afectado, que todavía no he recibido el dinero depositado como entrada. El afectado acabó comprando una de estas viviendas al banco y le acabó saliendo por casi el doble que su precio sobre plano.

Se enteró por un obrero de que él no era el propietario

La siguiente víctima de esta supuesta estafa ha reconocido que en 2003 firmó un contrato privado de opción de compraventa de una vivienda en Arrecife. "Fuimos a firmar a la inmobiliaria. Estaba el acusado y el contrato era libre de cargas porque me lo dijo él y se lo preguntó directamente el de la inmobiliaria. Entregué 9.000 euros, pero me enteré por el señor que estaba montando la cocina de que había un tercer propietario de la vivienda, una familia sudamericana a quien habían vendido la casa. Así me enteré y me quedé sin vivienda, sin muebles y sin nada", ha señalado.

El siguiente en testificar ha sido otro afectado, que adquirió la casa con Lanzatías en julio de 2003. "Pagamos 48.000 euros con un talón nominativo. Estaba el acusado, que me pidió el dinero para la construcción de la casa. Pero luego nos enteramos de que había vendido la casa a una tercera persona", ha manifestado, al tiempo que ha dicho que durante este periodo, el acusado "se escondía en su oficina, no quería atendernos". Esta versión ha chocado frontalmente con la de Juan Manuel Cañada, que ha asegurado que se reunió con los compradores para intentar solucionar esta situación. El resto de compradores han negado también que se produjeran estos encuentros.

Por último, ha entrado en la sala otro testigo, pero finalmente los abogados de la acusación particular han decidido renunciar a esta declaración.

Conclusiones del juicio

Tras estas declaraciones, la fiscal del caso ha asegurado que "ha quedado desvirtuada la presunción de inocencia" del acusado para quien ha mantenido la solicitud de 4 años de prisión. "El ánimo de las dos promociones no era otro que el de estafar a los compradores, que tenían el derecho de tener una vivienda. Estos hechos son de estafa, porque los ahorros de los propietarios se los ha fundido el acusado", ha defendido.

La acusación particular ha solicitado también cuatro años de cárcel para el administrador único de Lanzatías, mientras que su abogado ha pedido la libre absolución. El acusado no ha querido utilizar su derecho a réplica y el juicio ha quedado visto para sentencia.

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