El Ayuntamiento de Arrecife propone trasladar la zona de ocio nocturno de la calle José Antonio a Puerto Naos. Los empresarios ven con buenos ojos la iniciativa, pero empiezan a poner condiciones sobre la mesa

¿De marcha a Puerto Naos?

Cinco de la mañana de un sábado cualquiera. Calle José Antonio, en Arrecife. Un grupo de jóvenes minifalderas ríe con estruendo, mientras la policía local mira de reojo. Los del grupo de al lado les silban. Los ...

31 de julio de 2007 (00:35 CET)
¿De marcha a Puerto Naos?
¿De marcha a Puerto Naos?

Cinco de la mañana de un sábado cualquiera. Calle José Antonio, en Arrecife. Un grupo de jóvenes minifalderas ríe con estruendo, mientras la policía local mira de reojo. Los del grupo de al lado les silban. Los porteros de los pubs están en sus puestos. Riachuelos de gente van saliendo de los bares poco a poco. Se acerca la hora de cierre, y a medida que los locales se vacían, la calle va tomando forma, color? y ruido.

Es una escena ficticia, pero muy real. Ocurre todos los fines de semana. Y los vecinos sufren las consecuencias. Los dueños de los locales aseguran tener en regla todas sus licencias, y cumplir con los límites de ruidos que establece la ley, pero de puertas hacia fuera, es más difícil controlarlo.

El ayuntamiento de Arrecife tiene en el aire una propuesta que podría acabar con este problema, y dejar descansar a los vecinos para siempre. Una de las promesas electorales de Antonio Hernández (PIL), actual concejal de Urbanismo, fue trasladar la zona de ocio nocturno de la calle José Antonio a Puerto Naos. De momento, la idea no es viable hasta que no se contemple en el nuevo Plan General de Urbanismo de Arrecife, y éste se apruebe, pero los empresarios y dueños de estos bares ya hacen cábalas sobre su futura situación.

"Es una buena idea, tanto para los vecinos como para nosotros, siempre y cuando se haga en condiciones, con los plazos debidos", explica Pedro Sánchez, dueño de locales como "El Convento" o "Soma" y portavoz de los empresarios de bares y cafeterías de la calle José Antonio de Aetur. Estos empresarios coinciden en señalar que es una medida aparatosa y complicada. Conseguir el acuerdo de todos los dueños, trasladar los locales, acondicionar la zona, construir aparcamientos, y sobre todo, mover a los clientes, no es un trabajo que se pueda realizar "en dos días", como apunta Antonio Martínez, dueño de "La Fábrica". "No podemos decir: pues cerramos aquí y nos vamos a otro sitio; esto no es como un kiosco de feria, es mucho más complejo".

El concejal de Urbanismo, Antonio Hernández, ha explicado que se "invitará" a estos empresarios a trasladarse, "dándoles ventajas". Y los empresarios se preguntan: "¿qué tipo de ventajas?". De momento no está claro, pues es una propuesta que todavía está en el aire, pendiente, en primer término, del Plan General de Arrecife. "Todavía no sabemos qué tipo de ventajas, pero se les ayudará y agilizará los trámites para que estos empresarios puedan tener un local en esta zona". Por su parte, el alcalde de la capital, Enrique Pérez Parrilla, ha afirmado que "si los empresarios no estuvieran de acuerdo, habrá que aplicar con rigor las ordenanzas en torno a ruidos, porque se está llegando a una saturación".

Aunque la idea ha sido, en principio, bien acogida por los empresarios, quienes coinciden en que "el centro no es el mejor lugar para el ocio nocturno porque afecta al descanso de los vecinos", tal y como apunta Pedro Sánchez, también surgen reticencias a la hora de pensar en el futuro. "A mí me gustaría saber cómo va a ser esa zona", afirma Basilio Coco, dueño de "Seven" y "Gabanna", "porque si nos van a poner cuatro naves en Puerto Naos y van a convertir esa zona en un gueto, entonces ni hablar". Antonio Hernández ha propuesto la idea de rehabilitar y recuperar los antiguos locales de Puerto Naos, "manteniendo la estructura que tenían antiguamente". "Por esa zona no hay prácticamente locales", indica Antonio, de "La Fábrica". "Habría que construir nuevas infraestructuras, nuevos locales para nosotros, los empresarios de la calle José Antonio, también aparcamientos?".

Los empresarios creen que lo más importante es que se establezca una zona atractiva, tanto para los residentes en Arrecife y en otros municipios, como para los turistas. "Ahora, el problema que tenemos es que el turista no visita Arrecife, ni por el día ni por la noche", afirma Pedro Sánchez. "Pero si creamos una zona diferente, y atractiva, el turista puede empezar a interesarse. Además, habría que tener nuevas condiciones e infraestructuras, como transporte para acceder a esta zona, ya que ahora, por la noche no existe transporte público, y los taxis resultan muy caros desde otros puntos turísticos de la Isla como Puerto del Carmen o Costa Teguise".

Una de las principales ventajas que los empresarios advierten en este traslado a la zona de Puerto Naos es la posibilidad de ampliar tanto sus negocios como las actividades. "Todos estamos de acuerdo en que el crecimiento de la calle José Antonio es limitado", explica Sánchez. "En la zona de Puerto Naos se podría ampliar el número de locales, y hacer otro tipo de actividades, por ejemplo, terrazas de verano, algo que es impensable en la calle José Antonio". También los locales podrían verse beneficiados con una ampliación de horarios, según ha sugerido el portavoz de los empresarios de bares y cafeterías de la zona centro. En estos momentos, los bares tienen hora de cierre: las cinco de la mañana, con otros treinta minutos para desalojar el local. Para la mayoría de los dueños, esta medida es un problema. Es la hora crítica para los vecinos. Los clientes salen de los locales al mismo tiempo y se amontonan en la calle, con el consiguiente ruido. "Antes el Ayuntamiento nos daba permiso hasta las seis, y el cierre se hacía de forma más paulatina, porque a las cinco de la mañana la gente empieza a abandonar los locales por su propio pie".

En lo que los empresarios parecen estar de acuerdo es que las condiciones en que se realice este traslado son esenciales para tomar una decisión. En principio, todos creen que podría ser una solución para garantizar el descanso de los vecinos, pero también alegan que han invertido mucho dinero en esos locales y, en cualquier caso, no quieren salir perjudicados. El mayor miedo es que se cree una zona de ocio que no funcione. Que Puerto Naos se convierta en una especie de "gueto". Que los clientes, que al fin y al cabo son los que deciden, no se sientan atraídos por esta zona. "El centro tira más porque es una zona que ya está asentada", explica Basilio. "La gente no sale de marcha para ir a un local en concreto, sino que se mueve por una zona, y en ese sentido, no se puede tener en cuenta sólo la calle José Antonio, sino también lo que hay alrededor, bares como el "Buzos" o el "Tambo", a los que la gente también va". Basilio teme que con el traslado a Puerto Naos se pierda la clientela que sale a cenar por el centro y después toma unas copas. "Y también hay que pensar que hay gente que cuando sale no quiere coger el coche, sobre todo si ponen controles a la salida", añade el dueño de "Seven" y "Gavanna". En ese sentido, el concejal de Urbanismo aclara que la ventaja de Puerto Naos es que "está cerca de la ciudad, y ni siquiera hace falta vehículo para trasladarse"

Cruzada contra el ruido

Gritos, música, pitas de los coches? Es la banda sonora de cada fin de semana en la zona centro de Arrecife, especialmente en la calle José Antonio. "Es una aberración divertirse a costa del descanso de los demás", afirma rotundamente Pablo Betancort, vecino de la zona. Algunos vecinos han decidido marcharse, no podían más. La contaminación acústica es la lacra de muchas ciudades, especialmente en el centro. Las denuncias contra los locales se acumulan, pero lo cierto es que existe una especie de vacío en la responsabilidad de estos ruidos. Los dueños de los locales lo tienen claro: "nosotros cumplimos con la normativa, por eso tenemos nuestras licencias". Pero los locales no son el único problema. Se podría decir que son la causa, pero lo que más molesta son las consecuencias, es decir, el hecho de que la gente acuda a esos locales, y se mueva por la zona. El local "El Convento" tiene puesta una denuncia por parte de Pablo Betancort. "El fiscal ha propuesto el cierre del local y dos años y medio de cárcel", explica el afectado. El dueño, Pedro Sánchez, alega que "Pablo tiene razón en cuanto a que la actividad de la zona le molesta, pero no concretamente mi negocio".

Los empresarios han solicitado en varias ocasiones al Ayuntamiento cortar la calle José Antonio durante el fin de semana. "Los coches aumentan la problemática del ruido, sobre todo con la pita, y con el volumen de los altavoces". También piden más presencia policial, para que "la gente se controle en cuanto a gritos y riñas", tal y como apunta Sánchez. Otros empresarios, como Semi Gil, dueño del bar "Tsunami", asegura que "por culpa de algunos empresarios se ha metido a todos en el mismo saco". "Yo no tengo problemas con nadie, de hecho me llevo muy bien con los vecinos", explica. "Cada uno tiene que tener su responsabilidad e intentar garantizar el descanso de todos".

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