Durante la rueda de prensa, el consejero de Transportes ha leído el acta de una de las últimas inspecciones, en la que se detallaba que el tiempo de espera mínimo para coger un taxi había sido de entre 30y 40 minutos en los momentos más críticos y que "entre las 20:00 y las 21:00 horas se pudieron contabilizar un máximo de 225 personas esperando para un taxi". Algo que considera "no se puede permitir en una isla que vive del turismo".
Además, aseguraba que aunque hasta la fecha no se había multado a ninguno de los taxistas por los incumplimientos de las ordenanzas municipales,"porque como todavía existían zonas de sombra en la isla no nos parecía lo más adecuado", advertía que "a partir de ahora requeriremos a los ayuntamientos las correspondientes sanciones para que se hagan cumplir las ordenanzas".
"Imposible dar marcha atrás"
Respecto al escrito presentado y firmado por todos los representantes de las diferentes asociaciones de taxistas este martes, 14 de octubre, en el que aseguraban que se habían constituido en una Federación Insular del taxi y se pedía que se paralizase la licitación pública de la gestión de la central única, Ramón Bermúdez ha sido tajante, afirmando que "no está en mi mano dar marcha atrás". Y es que afirma que se trata de un acuerdo plenario en el que por unanimidad se sacó concurso la gestión de la central de taxi. "El pasado día 7 de octubre nos reunimos con los responsables de cada ayuntamiento para informarles del acuerdo plenario y para solicitarles que si querían hacer alguna sugerencia para que la incluyamos en el pliego de condiciones", concretaba.
Y es que según ha informado Bermúdez, "el sistema Auriga se compró con dinero público, no por capricho del consejero en aquel momento, sino porque en 2005, los cuatro presidentes de las asociaciones del taxi de todos los municipios así lo solicitaron por escrito", decía mientras mostraba el documento a los presentes.
Por ello, el consejero acusa a algunos presidentes de asociaciones de taxis de no informar correctamente sobre los acontecimientos que se han llevado a cabo durante estos años, en los que según Bermúdez, "nos hemos reunido en numerosas ocasiones con el afán de hacerlo todo consensuado, pero no ha habido manera". Según Bermúdez, "los presidentes de las asociaciones de taxis no han cumplido con el compromiso que adquirieron el 28 de febrero para estar conectados, así como tampoco de formar una Federación que integrase a todos en el plazo aplazado acordado hasta el pasado 15 de septiembre".
Incumplimiento
Ramón Bermúdez ha explicado que "menos de la mitad de los taxistas de la isla incumplen las ordenanzas municipales aprobadas en plenos soberanos", por no tener todavía instalado el sistema Auriga en sus respectivos vehículos, a pesar de que los propios representantes de los taxistas lo solicitasen por escrito en 2005.
Así, para describir la situación en la que se encuentra cada municipio, ha concretado que el Ayuntamiento de Arrecife tendría que estar conectado al sistema el día 28 de octubre y ya ha pedido los equipos, en Haría el 18 de abril y en San Bartolomé el 9 de septiembre, aunque a día de hoy no lo tiene nadie instalado en ese municipio, mientras que en Tías se aprobaron el día 29 de agosto, el de Tinajo el 18 de octubre, y en Yaiza ya lo tienen todos instalados y funcionando, al igual que en Teguise.
Ahora, la advertencia era clara: aquellos taxistas que no quieran incorporarse al sistema están en su derecho, pero las ordenanzas municipales dicen que "se prohíbe captar clientes por otros sistemas o emisoras que no sean la central, por lo que está prohibido captar clientes por telefonía móvil u otros sistemas".
Sistema Auriga
El sistema Auriga permite acceder al sistema mediante un único número telefónico en todo el territorio, pero con servicio público de taxi en cada término municipal, según la correspondiente licencia. Además, sirve localizar en todo momento los vehículos y sus estado (libre u ocupado), asignar los servicios automáticamente desde el ordenador central según un sistema de asignación programable sin requerir intervención de voz, transmitir y recibir mensajes desde la central y desde los vehículos, mantener un registro de los últimos servicios en memoria en los terminales de los vehículos, incorporar el cobro de servicios mediante tarjeta de crédito en tiempo real, cubrir la totalidad del territorio de Lanzarote, incorporando a todos los taxistas conforme a los respectivos reglamentos muncipales y generar una información completa del funcionamiento del sistema con los registros históricos correspondientes, de modo que se puedan realizar las oportunas auditorías de gestión de la calidad del servicio (servicios gestionados, tiempos de espera, etc).