La desalación de agua sigue siendo el método más utilizado para obtener agua de consumo en Canarias. En el año 2020 ya alcanzaba el 94% del total, después de haber crecido un 20,76% con respecto al año 2018. Así lo recoge el Informe de la coyuntura ambiental de Canarias, 2022, elaborado por el Servicio de Cambio Climático e Información Ambiental y Gesplan.
En concreto, Lanzarote es la segunda isla canaria que más agua desalada produce, solo por detrás de Gran Canaria. La isla de los volcanes obtiene una media de 133.148 metros cúbicos diarios de agua desalada.
Mientras que es una de las últimas en producción de agua extraída de las galerías, muy por debajo de islas donde llueve más como Tenerife, Gran Canaria o La Palma.
La extracción de agua subterránea supone solo el 6% de los 156.629 miles de metros cúbicos que se obtuvieron solo en el año 2020 en Canarias.
La investigación revela un aumento del consumo de agua en Canarias, ligado al crecimiento demográfico, pero también a las tendencias económicas, principalmente el turismo, y al desarrollo de infraestructuras hídricas.
En esta línea, "las limitaciones geográficas de Canarias, así como las precipitaciones irregulares de la región, hacen que el coste del agua en Canarias supere la media de España", resume el citado informe. Mientras que los recursos naturales, que son menos costosos, también son muy limitados.
Consumo del agua por sectores
El año de la pandemia, en el que las llegadas de turistas se redujo de forma drástica hasta alcanzar el cero turístico, supuso que el agua se repartía en un 72% entre los hogares, un 21% entre los sectores económicos y un 7% en los consumos municipales.
Mientras que el 73% de estos recursos de primera necesidad, se pierden antes de llegar al consumidor, siendo un aumento "ligero" en comparación con periodos anteriores.
En esta línea, en el año 2020 se registraron 318.386 metros cúbicos de aguas residuales diarias, que en su inmensa mayoría (75%) acaban directamente en el mar, siendo una tendencia cada vez más frecuente entre el periodo analizado (2018-2020). Solo un 24% de las aguas residuales se destina a su reutilización, suponiendo un incremento del 22,48% con respecto al periodo analizado.
Mientras tanto, un 47% de las 22.245 toneladas de lodos procedentes de la depuración de aguas residuales acabaron en vertederos, mientras que un 53% se destinaron a incineración o aprovechamiento energético. "Supone una disminución de otros aprovechamientos como la metanización", relata el informe.
La agricultura es la que mayor uso hace en el Archipiélago de las aguas residuales reutilizadas. En concreto, el 66% de los 75.336 metros cúbicos se destinan a este sector. En segundo lugar, el 33% se dedican a jardines y zonas deportivas de ocio.
El proyecto resalta para concluir la importancia de mejorar la información relativa al agua para que las estadísticas pueda ser menos limitadas.