En el marco de la fiestas patronales en honor a Nuestra Señora de los Remedios, la comunidad de Yaiza vivió una tarde de profunda emoción y belleza artística con la celebración del Encuentro de Música Sacra, un evento que reunió voces, instrumentos y fe en un entorno incomparable; la iglesia de Los Remedios, joya arquitectónica del siglo XVII.
Organizado por la Agrupación Vocal de Yaiza, el concierto tuvo lugar el domingo 31 de agosto a las 19.30 horas, con el aforo permitido de público que llenó el templo para disfrutar de una velada de alto nivel interpretativo. Fundada en el 2000 gracias a la iniciativa del Departamento de Cultura del Ayuntamiento de Yaiza, esta agrupación coral se ha consolidado como referente cultural en Lanzarote, preservando la tradición del canto coral entre los habitantes del municipio sureño.
La actuación se desarrolló bajo la dirección de la profesora Nuvi Tavio, quien condujo a la Agrupación Vocal de Yaiza de un cuidado repertorio de obras sacras. El concierto se abrió con una sentida interpretación del Kyrie Eleison de Marco Frisina, seguido del emotivo Pie Jesu de Andrew Lloyd Webber y una magnifica versión de Stabat Mater de Zoltán Kodály, piezas que pusieron de manifiesto la sensibilidad, le técnica y la cohesión del conjunto vocal.
El concierto continuó con la participación del Trío de Música Sacra, conformado por Javier Díaz (piano), Diego Bermúdez (violín), e Iva Zhmaeva (violín), quienes deleitaron al público con obras como el Exsultate, Jubilate y la Church Sonota de Mozart, entre otras composiciones que completaron un repertorio vibrante y lleno de espiritualidad.
Cantar en la iglesia de Ntra. Sra. de los Remedios es, para cualquier colectivo coral, un verdadero privilegio. No solo por su carga simbólica al hacerlo ante la imagen de la patrona de Yaiza, sino también por la extraordinaria acústica del templo, que realza cada nota y matiz, convirtiéndolo en un espacio ideal para la música sacra.
El público respondió con calurosos aplausos a cada interpretación, agradeciendo la entrega y el talento de los participantes: sin duda, fue un concierto a gran altura en un lugar único, donde la música se convirtió en oración y homenaje a la Virgen de Los Remedios, fortaleciendo los lazos entre cultura, fe y comunidad.
























