Las fiestas patronales en honor a San Antonio María Claret comenzaron oficialmente la noche del viernes con un acto de emociones, recuerdos y profundo arraigo comunitario. El salón social de la Asociación de Vecinos "Padre Claret de Altavista", se convirtió en el corazón palpitante del bario, al acoger a familiares, amigos, autoridades y vecinos que quisieron arropar a Alexis Lemes Socas, encargado de dar lectura al pregón de este año.
La velada comenzó siguiendo el protocolo con las palabras de bienvenida de la presidenta de la Asociación, Marí Carmen Santacruz, quien agradeció a Alexis por aceptar la invitación y animó a todos a participar con alegría en el amplio programa festivo para estos de celebración.
Le siguieron en el turno de palabra el Teniente de Alcalde y Concejal de Fiestas del Ayuntamiento de Arrecife, Echedey Eugenio, y el propio Alcalde, Jonathan de León, quienes además de felicitar al pregonero, coincidieron en invitar a vecinos y visitantes a vivir con entusiasmo cada unos de los actos organizados en honor al patrón del barrio.
Entonces llegó el momento más esperado de la noche. En medio de una calurosa ovación, Alexis Lemes Socas subió al escenario. Lo hizo con la humildad y cercanía que lo caracteriza, y desde el primer minuto, logró atrapar la atención del público con un emotivo viaje a través del tiempo.
Con voz serena y mirada cargada de recuerdos, Alexis rememoró su infancia en el Altavista de los años 70, cuando las calles aún no estaban asfaltadas y las farolas brillaban por su ausencia. Para llegar al colegio "Los Geranios", relató, debía cruzar un llano pedregoso y atravesar el campo de fútbol del Altavista C.F. que por entonces con conocía el césped artificial. Aquellas eran épocas difíciles, pero llenas de magia, como las mañanas del Día de Reyes, en las que los niños estrenaban sus bicicletas por las calles del barrio, con una ilusión que hoy día aún resuena en su memoria.
No faltaron en su pregón referencias a su amor por la música, ese camino que comenzó con una guitarra y que lo llevaría, con esfuerzo y dedicación, a convertirse en uno de los grandes timplistas de Canarias. Aquel instrumento que con el tiempo se convertiría en su compañero de viaje, el timple le ha abierto puertas, le ha regalado encuentros con músicos de renombre y le ha permitido representar a su tierra por todo el mundo, con cuatro discos propios como testimonio de una trayectoria artística consolidada.
Tras una intervención repleta de anécdotas y vivencias que arrancaron sonrisas y más de una lagrima, Alexis compartió escenario con dos amigos especiales; el reconocido músico y guitarrista cubano Yosan Pereda y el vecino folclorista Marcial de León, compañero de infancia y de sus primeros pasos musicales en la Agrupación Folclórica Los Campesinos. Juntos los tres ofrecieron un recital inolvidable de música canaria, comenzando con el "Sorondongo Campesino" en homenaje a Pedro Luzardo, recientemente fallecido del grupo Los Campesinos. La emoción fue palpable, incluyendo en el repertorio composiciones instrumentales creación del propio Alexis.
La noche culminó con una animada Isa Parrandera, que fue coreada con entusiasmo por el público, sellando así un acto que quedará grabado en la historia del barrio.
Antes de cerrar, la velada reservaba aún momentos muy especiales. Alexis recibió de manos de Macarena García, integrante de la Comisión de Fiestas, el Emblema de la Asociación de Vecinos Padre Claret. Acto seguido, la presidenta Mari Carmen Santacruz le impuso la Insignia de la Asociación, que lo distingue como Socio Honorífico y Vecino Predilecto. A continuación, el alcalde Jonathan de León le hizo entrega de una placa conmemorativa, mientras que el Teniente de Alcalde Echedey Eugenio entregaba un ramo de flores a la esposa de Alexis en un gesto que emocionó a todos los presentes.
Con las fotos de rigor, los aplausos sinceros y el calor de su gente, Alexis Lemes Socas cerró una jornada inolvidable. Una noche mágica en la que no solo se dio al comienzo de las fiestas patronales, sino que Altavista se reconcilió con su memoria y rindió homenaje a uno de los suyos, que con su timple, su palabra y su corazón, ha sabido llevar el nombre del barrio más allá de nuestras fronteras.
Una noche para el recuerdo. Un pregón que ya es parte de la historia.
