Un lector se ha dirigido a La Voz de Lanzarote para mostrar su sorpresa al toparse con unas vallas publicitarias en la trasera de un centro comercial en el puerto deportivo Marina Rubicón, "en una isla como Lanzarote donde están prohibidas".
Este vecino no entiende "que pueda verse algo así y menos que nadie haya abierto la boca". "Quien hizo esto debería de pensar menos en sus intereses y más en el motor económico de la isla: el turismo. Y no sólo en el turismo, sino también en el buen gusto y la estética bien entendida", añade.