"Son las 17.11 horas, del 3 de agosto de 2012. Nos encontramos en alerta por altas temperaturas y viento. En pleno Arrecife están haciendo una barbacoa en la acera de la calle Parranda Los Buches, en la trasera del edificio Hubara. Muchas ventanas de vecinos están abiertas por el calor. La llama arde, el viento la atosiga y el humo y las cenizas vuelan libremente.
Llamamos a la Policía Local. Apenas tardan 5 minutos en presentarse, para decirles que tengan cuidado y que en cuanto puedan la cambien de lugar... Luego cuando ocurren las desgracias nos echamos las manos a la cabeza.
¿Para qué están las ordenanzas municipales? Y encima tenemos que escondernos para que no tomen represalias y no nos abucheen, porque parece ser que denunciar lo impropio es incivismo".