Un vecino del municipio de Tías se pone en contacto con La Voz para explicar su punto de vista sobre la situación de la isla. Cuenta ejemplos de su día a día paseando por las calles del municipio lanzaroteño. Narra lo siguiente:
¿Y cómo empiezo? Si ya en mis innumerables escritos sobre el tema he argumentado y demostrado la situación irreversible en la que se encuentra nuestra Isla. Se acaban las palabras y adjetivos utilizados en anteriores ocasiones, el verbo se termina, sólo me queda seguir luchando prácticamente en la soledad con la esperanza de que el pueblo reaccione y se subleve. Precisamente, este escrito va dirigido al pueblo y a los incorruptibles medios de comunicación, de nuestras autoridades y administradores más vale olvidarse, pues la mayoría, posiblemente, están inmersos en la corrupción y prevaricación. El caso "Unión" es sólo calderilla al lado de lo que le queda por investigar por la justicia. Me decía hoy un señor lo siguiente: "Don Gerardo, la isla está manejada y gobernada por cuatro familias". Ante tal afirmación axiomática sólo pude contestarle: "Tiene usted toda la razón".
Hechos que me inducen a redactar este escrito: Como de costumbre, salí a caminar, en este caso, por la zona de Matagorda. Tres ciclistas se dirigen a los baños a las 19.30 horas y estos están cerrados así que hacen sus necesidades fuera de los mismos. Horario del servicio: de 10:00 a 18:00 horas, ¡de vergüenza!. También me encuentro con una pareja que intenta usar las duchas de la playa y les comento que hace ya cinco años que no funcionan, a lo cual responden: "Una isla tan bonita y tan mal de servicios." Otra familia, cerca de mí, comentaba: la próxima vez nos traemos los embutidos y nos ahorramos pagar estos precios abusivos. Paseando por las calles traseras, me encuentro con un turismo despistado en una calle sin salida. Lo sigo y ofrezco a los turistas mi ayuda al descubrir su despiste; llevan una hora intentando averiguar el camino hacia su hotel ya que no encuentran ninguna señalización. Tras ayudarles a indicarles dicho camino me dan las gracias. Y finalmente en otra calles idem, otra pareja de turistas perdidos y vuelvo a ayudar indicándoles que me sigan, tras enseñarme la tarjeta del hotel, ya que el mismo se encontraba lejos del lugar.
No es la primera vez que lo digo, pero lo repetiré, en esta zona se pierden diariamente más de cien turismos mientras a nuestras autoridades y grandes empresarios les sobra el dinero para invertir fuera de nuestras islas y, nosotros, más tarde o más temprano, tendremos que volver a la jarea, la leche de cabra y la pella de gofio.
Para finalizar sólo me queda decir que los Dioses de La Tiñosa nos protejan ante esta manada de inútiles y depredadores.
