"Hoy lunes 9 de enero se cumple el 1º aniversario del fallecimiento del amigo y vecino de San Bartolomé, Domingo Brito Fajardo.
En una de las estrofas de la canción del cantante Alberto Cortéz nos dice así: "algo se muere en el alma cuando un amigo se va", y aunque en estos días hemos estado viviendo de lleno, unos más y otros menos, las fiestas navideñas, siempre a la familia y los amigos ausentes los tenemos muy presentes.
Me parece que fue ayer cuando nos encontrábamos en la iglesia de nuestro pueblo, San Bartolomé, el 18 de diciembre, con motivo de la reapertura, después de haber estado cerrada al culto casi siete años. Domingo fue uno de los primeros en llegar. Estuvimos hablando un buen rato y me puso al corriente de cómo se encontraba su estado de salud. Según él, y por prescripción medica, le habían aconsejado no levantar peso, ni tan siquiera una cafetera para poder hacer un café, al igual que caminar lo mínimo, siempre que no fuera por lugares en cuesta.
Ya sólo estaba pendiente de que le avisaran desde el hospital para su intervención, como él me dijo, una operación muy difícil y arriesgada, pero era la única solución para poder continuar. Realmente, él tenia miedo, no quería someterse a dicha operación, pero al mismo tiempo era consciente de que su estado de salud se iba debilitando. En ese momento no hablamos de los disfraces del Carnaval, que ya estaba a las puertas, porque como él bien me dijo: "si supero la operación, tendré que reponerme y el próximo año ya hablaremos".
Cuando terminó la celebración de la santa misa, y ya en la plaza, nos despedimos y sus últimas palabras fueron: "Francisco, tengo el presentimiento de que no voy a volver con vida para Lanzarote". A lo que yo le conteste, "si el camión de Dionisio, con lo viejo que era, subía la cuesta de la montaña Mina, ¿como tú siendo más joven no vas a superar esta reparación". Nos dimos un apretón de manos y nos despedimos.
Realmente hay presentimientos que se nos revelan, aunque no queramos aceptar, que fue lo que me pasó a mí con el amigo Domingo. Hoy, día del 1º aniversario de su muerte, he querido tenerlo más presente y compartir con todos los amigos y lectores de La Voz de Lanzarote las últimas horas que pude disfrutar con él. Estoy seguro que como buen cristiano, creyente y amigo de ir haciendo el bien, seguro que estará disfrutando al lado del todo poderoso al mismo tiempo que intercediendo por nosotros. Amigo Domingo, hasta luego. Siempre te recordaré y te tendré muy presente en mis oraciones".
