Se llama Manuel Garea y es estudiante de la Universidad a Distancia (UNED). Normalmente acude a estudiar a la Biblioteca insular, en Arrecife, pero desde hace unos meses concentrarse en este edificio resulta "muy complicado". "En junio se estropeó el aire acondicionado, estamos en agosto y todavía no lo han reparado", afirma.
"Estos dos meses hemos estado con las ventanas abiertas pero, a veces, el ruido del exterior es ensordecedor y tampoco es que se ventilen demasiado las salas. A pesar de haber puesto varias quejas en la propia biblioteca, no me han dado solución al problema", se queja este estudiante.
Él mismo asegura que se puso en contacto con la Consejería de Educación y Cultura del Cabildo. Quería hablar personalmente con el consejero, pero no lo logró. "Me tuve que conformar con dejarle un recado a su secretaria, con mi nombre y mi teléfono, pero todavía sigo sin respuesta", afirma.
El problema ahora se está agravado. "Estos días las salas se están llenando de alumnos de otras universidades, que vienen a estudiar de cara a los exámenes de septiembre. El calor de las salas es insoportable, poniendo incluso en grave peligro la salud de los que allí estudiamos", señala.