Volver a empezar

Son muchas las oportunidades que se nos presentan y pocos los momentos para realizarlas pues si no es por el dichoso tiempo, es por los quehaceres cotidianos olvidándonos así que nadie los podrá hacer por nosotros, dejando escapar ...

5 de mayo de 2006 (13:03 CET)

Son muchas las oportunidades que se nos presentan y pocos los momentos para realizarlas pues si no es por el dichoso tiempo, es por los quehaceres cotidianos olvidándonos así que nadie los podrá hacer por nosotros, dejando escapar vivencias gratificantes.

Siempre vivimos para el avance de los demás, muchas enseñanzas a la hora de explicarles lo maravilloso que es crecer interiormente tanto emocional como culturalmente para que así tengan un futuro de provecho y luego en nuestro alimento mental carecemos de empuje para ponerlo en práctica en nosotros mismos. Qué ironía.

Debemos ser claros y seguir el camino que nos hemos trazado en nuestra vida, sin dejar eso sí, de olvidar quiénes nos acompañan y hacerlos partícipes de

la inyección teórica y práctica que nos suministramos diariamente en una clase, en el gimnasio, en la lectura y por qué no, de nuestro silencio.

Seamos concientes de que formamos parte de la cadena del saber, nunca es tarde si se tienen ganas, todo se ve desde otra perspectiva cuando comprobamos lo afortunados que somos al tener en nuestras manos un futuro repleto de libros que nos ilustran un sin fin de vivencias y ésos maestros que nos regalan su sabiduría a la hora de ver un mundo mejor.

Carolina Quevedo Morilla

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