Los baños de Los Dolores
los quieren hacer "papilla",
para vender bacinillas
con atractivos colores,
y ofrecerlas cual rosquilla
a señoras y señores
que acudan a la Capilla
a cumplir las tradiciones.
Dicen que los retretes
se han cargado la "colada"
destruyendo el medio ambiente...
y otra sarta de bobadas.
Allí no se ha roto nada
del Patrimonio Insular,
solamente han sido instaladas
unas letrinas, para evitar
que ese supuesto santo lugar
sea mancillado con muchas meadas.
Ahora, hasta pueden multar,
como lo hizo el duque de Sesto,
a algún malandrín deshonesto
que intente en la calle mear.
Ya no podrán alegar
que no tienen lugar adecuado
donde poder miccionar,
tranquilos y sin ser molestados.
Aunque también pudieran optar
por adquirir diez mil bacinillas,
que cómodamente se puedan portar,
colgando del hombro de forma sencilla,
y muy fácilmente disimular
si la llevas metida en una mochila
tejida con pelo de ganado lanar.
Domingo Curbelo Fernández