Un regalo inesperado

La visita de los Príncipes de Asturias a Lanzarote se tiene que tomar como un regalo inesperado que llega en el mejor momento de los posibles. Aunque el tiempo ha impedido que la Isla les reciba con sus mejores galas, lo cierto es que ...

26 de diciembre de 2005 (21:48 CET)

La visita de los Príncipes de Asturias a Lanzarote se tiene que tomar como un regalo inesperado que llega en el mejor momento de los posibles. Aunque el tiempo ha impedido que la Isla les reciba con sus mejores galas, lo cierto es que ...

La visita de los Príncipes de Asturias a Lanzarote se tiene que tomar como un regalo inesperado que llega en el mejor momento de los posibles. Aunque el tiempo ha impedido que la Isla les reciba con sus mejores galas, lo cierto es que la llegada de Don Felipe, Doña Letizia y la pequeña Leonor servirá entre otras muchas cosas para que el nombre de Lanzarote vuelva a recorrer el mundo. Y no estamos exagerando cuando hablamos del mundo, porque a través de una herramienta tan útil como es Internet la noticia se conoce hoy en Ucrania, en Japón y en Honduras.

Llega en el mejor momento posible la visita porque Lanzarote, a pesar de los pesares y a pesar del puntal que sigue siendo dentro del conjunto del Archipiélago, no atraviesa su mejor momento desde el punto de vista turístico. No sabemos si es el cambio climático, lo mal que han caído este año Nochebuena y Nochevieja, la crisis económica de Alemania, los problemas que le plantea a los ingleses el no formar parte de la zona euro... El caso es que la cosa no va bien, o no va todo lo bien que debiera. Las cifras de ocupación de este año son las peores de los últimos tiempos. El que no lo crea, que visite los principales núcleos turísticos o que se meta en cualquier hotel.

Por tanto, una visita de la importancia de la que narramos vuelve a significar un balón de oxígeno para Lanzarote, al menos desde el punto de vista promocional. Teniendo en cuenta además que el Patronato de Turismo no está para demasiados gastos, hay que valorar que este tipo de promociones sean gratuitas. Si hubiera que pagarlas, desde luego, el Cabildo no tendría dinero suficiente para hacer frente a la cuenta que le pasarían después los medios de comunicación.

Ya sabemos que cada segundo en televisión nacional se vende a precio de oro, y si nos ponemos a contar los segundos que va a ocupar la noticia, insistimos en que la cuenta llegaría hasta el disparate.

Hay que significar, como se ha hecho en las crónicas de la cuestión, que se trata del primer viaje oficial que hace la heredera del heredero, la Infanta que va a conseguir el cambio de toda una Constitución. También es la primera vez que viene el Príncipe Felipe desde que murió su abuela, Doña María de las Mercedes, precisamente en unas navidades de hace ahora seis años.

Es en estos días también cuando habría que reflexionar sobre las durísimas críticas que recibió el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, cuando ordenó que se gastara una cantidad importante de dinero para restaurar la deteriorada casa de La Mareta, un lugar que no hay que olvidar nunca que forma parte del Patrimonio del Estado, es decir, del patrimonio de todos los españoles. Muchos medios de comunicación se cebaron con la cuestión, destacando lo excesivo de un gasto que decían que únicamente iba a servir para que la familia presidencial pasara las vacaciones de verano. El tiempo les ha quitado la razón a todos, porque ya en el mismo año La Mareta ha sido utilizado primero por Los Reyes y segundo por los Príncipes de Asturias.

Como siempre, porque estamos seguros de que será así, Lanzarote volverá a demostrar a sus visitantes que aquellas cosas que le han dado fama -la amabilidad de sus gentes, la tranquilidad, los parajes únicos, el buen tiempo...- siguen estando ahí, aunque muchas de ellas con serio riesgo de desaparición.

Ahora no es el momento de profundizar en esta cuestión, pero más adelante habrá que detenerse en el peligro que se cierne sobre las características especiales que hacen de Lanzarote una singular Reserva de la Biosfera.

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