Triste nos hemos quedado, al darte el último Adiós.Recuerdos de nuestras vivencias, que por casualidades de la vida, siendo naturales dela isla redonda nos encontrásemos por vida en la isla de Lanzarote. Te ...
Triste nos hemos quedado, al darte el último Adiós.
Recuerdos de nuestras vivencias, que por casualidades de la vida, siendo naturales de
la isla redonda nos encontrásemos por vida en la isla de Lanzarote. Te tenía un gran
aprecio por ser ahijado de mi padre, llevando su nombre JESÚS.
Coincidimos en el Preuniversitario, en el Instituto de la calle Canalejas
pues, las Teresianas donde estudié Bachillerato no impartían ya ese curso.
Fue una experiencia exquisita, y ahí fuimos compañeros de curso con un elenco de
profesores, que hoy día al recordarlos, me es grato reconocer eran intelectuales de
primera clase: Don Manuel Socorro, Don Joaquín Blanco, Don Deogracia Rodríguez,
Canónigo de La Catedral, y varios más que han dejado una huella indeleble en nuestra
cultura canaria.
Tu trayectoria profesional fue exquisita, fuiste profesor de mis hijas, que te
apreciaban con afecto, con el que siempre te tuvimos en casa.
Con su dedicación y esmerado estudio e investigación has enriquecido la cultura
lanzaroteña.Entre varias publicaciones, recuerdo el "Sabei popular", donde recopilaste, tradiciones
orales, que se hubiesen perdido por la transformación social de la época en actuales
actividades turísticas.
Canarias en general y Lanzarote, nuestra isla adoptiva ha perdido un
intelectual, lleno de humanidad, honrado, caballeroso, compartiendo su vida con una
bella lanzaroteña y rodeado por ella, Ana Mª Alvarado y sus dos hijos, Jesús y
Antonio, acabó sus días envuelto en la paz del Todopoderoso D. E. P.
Remedios Quintana Reyes