Tindaya es patrimonio de la humanidad

2 de abril de 2015 (16:18 CET)

Mientras se presentaban como "la voz del Pueblo" rechazando las prospecciones, hablando de ecología y patrimonio natural, estos "salvadores de la patria", actuaban con el doble rasero al que nos tienen acostumbrados y retomaban el macro proyecto de Chillida en Fuerteventura.

Recientemente, la familia del tan criticado artista ha rechazado sus derechos sobre la monumental la construcción y, por lo tanto, la destrucción de la montaña sagrada. A finales de legislación, los involucrados políticamente vuelven al ataque con su negocio.

En realidad en Canarias nunca se ha tenido consciencia real del patrimonio histórico que tenemos bajo nuestros pies. Llegando a tales extremos que se propone y consigue la consideración de una ciudad como La Laguna de Patrimonio de la Humanidad, mientras monumentos de la talla histórica de las cuevas pintadas de Galdar, mucho más importantes que la Catedral de La Laguna en cuanto a valor patrimonial, quedan en un segundo plano y apenas se valora el sentido histórico/cultural que puedan tener ambas. O el propio patrimonio precolonial de La Laguna, que debería sumarse al Patrimonio de la Humanidad que ya tenemos reconocido.

En realidad habría que actuar en el caso Tindaya, para que fuese reconsiderada desde el propio Gobierno de Canarias la delimitación propuesta en el decreto 108/2014, que sólo protege la cumbre de la montaña. La comunidad científica y la propia legislación es clara y unánime al respecto: La Montaña de Tindaya debe ser un BIC en su integridad. No se puede proteger sólo la cumbre, aunque ello suponga la suspensión total del proyecto de Chillida. Es más, nosotros preferimos añadirle a Tindaya lo de Monumento Natural, por convencimiento de tenerlo totalmente merecido.

Ese debe ser un primer paso para separar claramente en la legislación el patrimonio precolonial del colonial. Dándole la importancia que merece a cada uno. Pero sin obviar que el primero no sólo habla de otra cultura, en la que los habitantes del Archipiélago tenemos especial protagonismo, sino que el interés científico es mucho mayor y el esfuerzo institucional debe ir de acorde con ello. Por eso también sería importante retomar el Plan General de Excavaciones Arqueológicas. Ya que este plan define cuáles son las prioridades en investigación, conservación y difusión en todo el territorio archipielágico. Además, con su marco de acción se evita que se siga trabajando en políticas patrimoniales insulares, alejadas por completo de la lectura nacional de nuestro patrimonio.

Lo contrario no es sólo ser cómplices del más cruel colonialismo cultural, sino además es participar de un atentado contra el patrimonio de la humanidad imperdonable.

 

Pedro González Cánovas, miembro de Alternativa Nacionalista Canaria, ANC

 

 

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