En la era de la imagen, el cómo desborda y arrincona, en demasiadas ocasiones, al qué. Por lo que bueno es recordar, si es necesario machaconamente, que en toda actividad, y más en las de representación política,hay que parecer lo que se es, actuando consecuentemente. Esto es lo fundamental y lo que, con harta frecuencia, la opinión mediatizada, es decir: por y a través de los medios, oculta, cuando no sustituye.
¿Y a qué cuento viene esta cantinela ahora y aquí? Pues sencillamente, a que Don Felipe y Dña Leticia se han dado una vueltecita por Burgos para inaugurar la nueva sede del Diario de Burgos y de su grupo Promecal, cuyo patrón propietario no es otro que Méndez Pozo, un personaje que desde la "nada" construyó un imperio empresarial a golpe de ladrillo y de otras artes por las que anduvo enredado con la justicia y por las que terminó pernoctando en la cárcel, sentencia judicial firme de por medio. Y las
Marbellas escandalizándonos a todos, menos a los asesores e inquilinos de La Zarzuela, por lo que parece. Vista, lo que es vista política, tampoco tienen mucha.
Francisco Ubierna Ubierna
