En el año en el que un equipo de balonmano masculino de Lanzarote logra la mejor clasificación de la historia, el mismo año en el que el club decano del balonmano de la isla, San José Obrero, cumple 30 años desde su fundación, el Ayuntamiento de Arrecife, para no enturbiar ambas efemérides, resuelve no celebrar su tradicional torneo San Ginés de balonmano. Seguramente la Federación Insular de Balonmano de Lanzarote y el Club Balonmano San José Obrero darán las gracias al Concejal de Deportes, Luis Morales, y a su espléndido y eficaz asesor. Yo, lo siento, pero no se las voy a dar. Me enorgullezco de que el San José cumpla 30 años. Todos saben que durante muchos de ellos dediqué casi mi vida a ese club y al balonmano, pero no creo que sea motivo para suspender el torneo San Ginés de balonmano.
Dejándome de "coñas", lo más que me extraña es que la Federación Insular de Balonmano y la nueva Junta Directiva del Club Balonmano San José Obrero no hayan hecho todo lo posible para evitar tremendo disparate y que luego, consumado el hecho, no se hayan ya manifestado públicamente lamentando tan injustificada decisión.
Si acuden a las hemerotecas podrán leer lo que escribí al respecto en 2003 y 2004. No les cansaré repitiéndome. Publicado está que "el torneo de San Ginés, que nació a finales de los años setenta, como réplica al torneo de fútbol, gracias al poderío que por aquel entonces ganaba el balonmano y la influencia de entidades y personas en la sociedad del momento, tras etapas gloriosas y tras celebrar en el año 2003 la edición de más caché de su historia, iniciaba entonces una nueva etapa, que ya se presumía incierta." Pues lo advertí y va a ocurrir.
También está publicado en 2004: "a mi criterio, el balonmano de Lanzarote no supo administrar su auge y poderío". Hoy, desgraciadamente, ya son historia los años de gloria del Torrelavega, Vifirehati, Tahiche o Zonzamas que hicieron ocupar a Lanzarote, su deporte y su balonmano, portadas de periódicos y espacios de radio y televisión. Desde hoy, también pasa a ser historia el Torneo de San Ginés (como primero se llamó), Isla de Lanzarote luego y San Ginés de nuevo desde 1995.
Hoy, concretándonos en Arrecife, sobrevive en el balonmano el San José Obrero, que cumple 30 años de historia y que es el decano de los clubes de balonmano de Lanzarote. Al San José, a mi juicio, le corresponde erigirse en garante del futuro, y del presente, del balonmano en Lanzarote pero con más obligación en Arrecife.
Hagamos memoria. Manuel Pérez Gopar, con clarísima nula visión de futuro, decidió en el año 2001 prescindir de la histórica colaboración con el Club La Santa y de la presencia del Barcelona, que circunstancialmente no tuvo en ese su mejor año. Ello que hizo que, quienes sí conocemos el balonmano y el deporte de Lanzarote, ya le comenzáramos a calcular escasa vida al más internacional y prestigioso torneo de balonmano no oficial que se venía celebrando en España. Por discutirle cuatro perras al Club La Santa, Manuel Pérez Gopar, en funciones de Concejal de Deportes del año 2001, renunció a la internacionalidad casi gratuita y al colorido que los equipos nórdicos, durante 15 años, aportaron al Torneo San Ginés. Hoy, Luis Morales, asesorado por su espléndido asesor, le acaba de poner la guinda al Torneo.
Siendo esto sorprendente, lo que más que me sorprende -bueno, la verdad es que no tanto- es que ni el lanzaroteño presidente de la Federación Canaria de Balonmano, ni el Presidente de la Federación Insular de Lanzarote ni el nuevo Presidente del Club Balonmano San José Obrero hayan tratado de evitar ese golpe a la historia del balonmano de Lanzarote y que, repito, consumada la catástrofe, no se hayan pronunciado públicamente, para que los aficionados al balonmano no les atribuyamos complicidad, ya sea tácita.
Lorenzo Lemaur Santana
Entrenador Nacional de Balonmano
Expresidente del Club Balonmano San José Obrero.
Expresidente de la Federación Canaria de Balonmano
Exconsejero de Deportes del Cabildo de Lanzarote.
