El 28 de junio se cumple un año cuando Paulino Rivero llevó al Congreso de los Diputados, una Proposición de Ley sobre los Espacios Marítimos de Canarias. Su consideración fue aceptada por la Cámara, a pesar de que el gobierno del PSOE -en minoría-, deseaba rechazarla. Para evitar la derrota parlamentaria, el PSOE advirtió al votar a favor, que presentaría enmiendas al texto de la Ponencia de Coalición Canaria.
Ante dicha advertencia, Paulino Rivero llegó a la indignidad de enmendar su propia Ley, vaciando de contenido jurídico, una reivindicación histórica de Canarias.
Ello nos demuestra una vez mas, que la defensa de los intereses de Canarias, se truecan por otros, que para nada tiene que ver con la lucha por la dignidad de un pueblo.
El trámite de presentación de enmiendas se cerró a mediados de diciembre de 2005, y fueron doce, las enmiendas presentadas (5 CC; 5 PSOE y 2 el PP), aún están pendientes de ser sometidas a votación por la Cámara de Diputados, permaneciendo archivadas sin justificación alguna.
De haber alguna justificación lógica, ésta no seria otra, que utilizarlas cuando llegue el momento del debate sobre los Estatutos de Canarias.
Por todo ello, la Plataforma por el Mar Canario sentencia que las enmiendas consensuadas por el tripartito en 2005, sustituirán al texto del artículo 3º de la Reforma de los Estatutos, cuando éste llegue al Congreso de Diputados, aunque en el Parlamento de Canarias, el mismo tripartito aprobará dicho artículo 3º, a efectos engañosos ante la opinión pública canaria, que al ser mas atractivo se venderá mejor.
Tantos los unos como los otros (el tripartito), están confabulados para ningunear al pueblo canario, pretendiendo vendernos la moto sobre la realidad jurídica del mar canario. Una realidad que tarde o temprano, terminará por saberse públicamente.
Miremos las hemerotecas sobre éste y otros temas de gran interés sobre Canarias y comprobaremos el dicho que dice: no hay más ciego que el que no quiere ver.
El empresario nativo tiene un límite interno de crecimiento, cuando una empresa canaria osa en llevar sus negocios al exterior y crece, Exteriores la frena en seco. Nos impiden la industrialización interna para que no seamos autosuficientes. Los recursos naturales de Canarias los negocian en nuestro nombre al mejor postor foráneo. Venden nuestros espacios marítimos a Marruecos. En definitiva, piensan y actúan por nosotros. Quien colabora tendrá una posición privilegiada. Quien se niegue, lo tendrá muy duro.
El ciudadano canario es la mínima expresión de libertad entre todos los españoles. Cuando cada cuatro años tocan campanas, nos dan libertad de voto, luego esa libertad queda impedida cuando nos niegan que podamos rectificar nuestro voto, dentro del periodo de cuatro años.
Para el Estatuto de Autonomía no tocan las campanas. Nos consideran incapacitados, o deficientes mentales. Solo tocan para los colaboradores elegidos.
Plataforma por el Mar Canaria
Antonio Rodríguez de León