PSOE y territorio: la hipocresía de una bandera

Reconociéndole públicamente mi afecto personal a Manuela Armas, muy mal ha comenzado nuestra presidenta si pretende afrontar uno de los principales retos que tiene ante sí, cual es la gestión del territorio, atacando a la ...

20 de julio de 2007 (02:54 CET)

Reconociéndole públicamente mi afecto personal a Manuela Armas, muy mal ha comenzado nuestra presidenta si pretende afrontar uno de los principales retos que tiene ante sí, cual es la gestión del territorio, atacando a la ...

Reconociéndole públicamente mi afecto personal a Manuela Armas, muy mal ha comenzado nuestra presidenta si pretende afrontar uno de los principales retos que tiene ante sí, cual es la gestión del territorio, atacando a la primera de cambio cuanto hizo su antecesora en el cargo en esa materia y enarbolando, una vez más y con la misma demagogia, esa pretendida bandera del PSOE que alguien le habrá puesto en la mano y ella agita con excesivo entusiasmo.

Insiste el PSOE en un grave error, porque esta vez no estaremos callados mientras siguen confundiendo -cuando no engañando directamente- a la opinión pública de vueltas con el PTE, con el cuento de que ellos sí quieren desclasificar 25.000 camas y el resto no. Para empezar, porque esta "falacia socialista" estratégica e hipócritamente diseñada, y amplificada por unos medios que en buena lógica se hacen eco de lo que dicen sus dirigentes, casi ha terminado por convertir en verdad lo que sólo es un "gran engaño masivo a la población de Lanzarote".

Ni Coalición Canaria, ni nadie con sentido común, querría construir más camas que por otra parte no se ocupan, pero lo cierto es que el PTE no desclasifica ni una sola cama, ni una sola cuya licencia turística de construcción no estuviera ya prohibida, o prevista la extinción de sus derechos, por las propias directrices, y lo malo es que lo saben. Pero peor que malo es que sabiéndolo, pretendieron hacernos tragar a todos la urgencia de su aprobación, y ya de paso colarnos dos macro-convenios urbanísticos conveniente, discreta y unilateralmente negociados, pues no se contó para ello con ninguna fuerza política del Cabildo. Eso sí, negociados sólo con algunos empresarios-promotores en Playa Blanca y Costa Teguise, aquellos que podían poner en evidencia el incontestable fracaso socialista en materia de gestión del territorio. Burda e hipócrita demagogia.

Se preguntaba también públicamente la presidenta: "¿cómo era posible que Inés Rojas hubiese presentado un PTE que desconocía?". Pues se me ocurre aclarar de forma igualmente pública, al menos tres claras diferencias entre el PTE del PSOE y el de GESPLAN que encargó Inés: 1ª- Inés sólo informó de que el PTE encomendado a GESPLAN estaba terminado, en un intento de corregir las deficiencias legales del primero.

Deficiencias que por otra parte no deben extrañarnos, porque sería el cuarto instrumento fallido de ordenación del territorio con que habría contado el Cabildo, todos dirigidos por el mismo equipo redactor y todos tumbados de uno u otro modo por los tribunales, evidenciando la chapuza jurídica en la que el PSOE y "su equipo" nos han embarcado a todos, incluida CC. 2ª- El PTE que presentó Inés tiene el carácter de propuesta para su estudio y aprobación si procede, a diferencia del presentando por el PSOE para su aprobación ¡urgente e inmediata!, sin que no sólo no lo conociera absolutamente nadie, si no lo que es peor, nadie hubiera participado de él, y es por eso que fue rechazado por la práctica totalidad de agentes políticos y sociales, incluido el alcalde socialista de Tías.

Por el contrario, este PTE - amén de incorporar el preceptivo estudio de impacto medioambiental del que carecía, y más allá de la oferta de ocio que incorporaba el primero, aunque la negaron- sí que contó con participación de políticos y técnicos de los 7 municipios, múltiples agentes económicos y sociales, patronales turísticas etc. etc., pretendiendo tener una visión global de la isla más allá de la de Prats y del entonces consejero de política territorial, y no una suma de intereses como se ha dicho. 3º- La encomienda de gestión a GESPLAN para la elaboración del PTE, no ha sido anulada por ningún tribunal como sí lo ha sido la adjudicación al equipo de Fernando Prats que elaboró aquel inconcluso y defectuoso PTE.

Por último, por lo visto la presidenta ha descubierto ahora que menos mal que la suspensión de licencias en el plan parcial Playa Blanca con un año de vigencia que ahora expira, no corre peligro porque ya se ha sobrepasado el 25 % de las camas residenciales previstas, que es el tope contemplado en la moratoria para aquellos planes que no se hubieran adaptado al PIOT. Nuevo y grave error, porque eso no sólo lo sabemos todos hace mucho ?entiendo que tenga que ponerse al día aunque sería bueno que no la confundan también a ella- sino que ese y ningún otro fue precisamente el argumento por el que se adoptó aquella medida garantista para evitar lo que por otra parte sería ilegal, sino fuera porque la propia moratoria está también en cuestión. Por cierto que el PSOE no parece haberse percatado de que igual circunstancia se da en Costa Teguise, claro que allí había que cerrar acuerdos con Algol y a lo mejor hasta son buenos acuerdos.

La isla, el territorio y el delicado momento que vive nuestra principal y casi única industria exigen una altura de miras que tiene que estar por encima de las banderas, de la demagogia, del lenguaje fácil entre depredadores y conservadores y de los hipócritas intereses partidistas que nos han colocado en esta situación, asumiendo la parte de culpa que sin duda nos toca a todos. Por eso, como máxima responsable de la primera corporación, espero y deseo que Manuela recoja la mano que recientemente le tendía la aún entonces portavoz de Coalición Canaria en el Cabildo, doña Inés Rojas, en el sentido de que hagamos de una vez por todas un verdadero "Pacto por el Territorio", que sentemos de una vez las bases del modelo de desarrollo que queremos, pero esta vez con seguridad jurídica, con consenso real, con verdadera implicación de todas las fuerzas políticas sociales y por supuesto empresariales, pero sin guerras mediáticas que pretendan patrimonializar en exclusiva causas que en el fondo compartimos cuantos queremos un poco a esta tierra. No hay otro camino y si lo hay no sé a dónde conduce.

Pedro San Ginés Gutiérrez

Consejero Coalición Canaria en el Cabildo de Lanzarote

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