Para frenar el cambio climático: ¡Hágase vegetariano!

El científico Henning Steinfeld, director del equipo de científicos de la Organización Mundial para la Agricultura y Alimentación (FAO), que han confeccionado el estudio "La larga sombra del ganado", en una ...

16 de abril de 2007 (12:42 CET)

El científico Henning Steinfeld, director del equipo de científicos de la Organización Mundial para la Agricultura y Alimentación (FAO), que han confeccionado el estudio "La larga sombra del ganado", en una ...

El científico Henning Steinfeld, director del equipo de científicos de la Organización Mundial para la Agricultura y Alimentación (FAO), que han confeccionado el estudio "La larga sombra del ganado", en una entrevista concedida a un conocido diario español desde Roma, desvanece la sensación de que la noticia de la alarmante contribución del ganado al cambio climático, sea una curiosa e irrelevante anécdota. Dice Steinfeld: "La atención mediática con respecto al cambio climático y al calentamiento del planeta está constantemente enfocada sobre coches, energía e industria, eso está muy bien, sin embargo, hay que tomar conciencia de que hay también otros sectores que contribuyen enormemente al calentamiento global del planeta".

Puede despertar incredulidad que la ganadería cause más emisiones de gases contaminantes que el transporte, tal y como afirman los autores del estudio. Pero hablando con ellos, y con otros expertos, las dudas se despejan: Si se toman las emisiones directas de una vaca lechera europea (cálculo realizado por el Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático) y se comparan con las de un coche medio, el resultado es sorprendente: esa vaca emite en un día lo mismo que ese coche en unos 50- 60 kilómetros. En España hay unos 60 millones de cabezas de ganado.

¿Cómo puede el ganado hacer tanto daño con su digestión? Eso se debe a que las emisiones de metano y óxido nitroso, son mucho más dañinas que el CO2. Cada gramo de óxido nitroso hace tanto daño como 296 de CO2. Basta poco para calentar mucho. Esa sustancia además, no sólo es emitida por el estiércol, sino también por los suelos agrícolas que en parte se cultivan para crear alimento para el ganado.

Cuando se tala o quema un bosque, se libera a la atmósfera el carbono capturado en la vegetación", explica Petersen (experto de la Agencia Europea del Medioambiente) "Además, el suelo queda luego más expuesto al sol, lo que acelera la descomposición de la materia orgánica". La ganadería tiene mucho que ver con todo esto. En América Latina, la FAO estima que el 65% de las tierras deforestadas acaban siendo pastizales. "La ganadería contribuye masivamente al calentamiento global. Su potencial papel en la solución es de la misma escala".

¿Qué pasaría si se agruparan todas las emisiones que ocasiona la ganadería, incluyendo la deforestación para ofrecer pastos al ganado, la producción de fertilizantes y piensos, el procesamiento de la carne, etcétera? La respuesta es que se llegaría a sumar el 18% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.

El físico británico Alan Alverd en la publicación Physics World escribe: "Para bajar la densidad de dióxido de carbono en la atmósfera, no es que se deba quemar menos petróleo y gas, si no que la humanidad debería cambiar sus costumbres alimenticias. Si todos los seres humanos fuesen vegetarianos se podría controlar el calentamiento global.

Eso lo comprobó también la Enquete Kommission (Comisión de investigación del Parlamento alemán para proteger la atmósfera terrestre), de la que se deduce: "Por medio de una disminución del consumo de carne en una medida adecuada para la salud, se podría evitar una cuarta parte o más de las emisiones que dañan al clima". La transición hacia una alimentación más orientada a los productos vegetales, abriría con esto incomparablemente el mayor potencial de ahorro (equivalente a 100 millones de toneladas de dióxido de carbono) en el sistema alimenticio. Más aún, los costes económicos resultantes, provocados por las enfermedades causadas por la mala alimentación (actualmente 25 millones de euros), se podría reducir enormemente. En relación a la contaminación climática habría que destacar que en la producción de alimentos que contienen carne ( p.ej. albóndigas) se libera una cantidad de dióxido de carbono trece veces mayor que en la producción de alimentos que no la contienen (p.ej. albóndigas de cereales).

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