Elguinaguaria, nido del cisne (etapa II)Para crear opinión. Para divulgar (Con la intención de que no me interpreten mal)A veces leo los comentarios que los lectores hacen a mis artículos en los diarios ...
Elguinaguaria, nido del cisne (etapa II)
Para crear opinión. Para divulgar
(Con la intención de que no me interpreten mal)
A veces leo los comentarios que los lectores hacen a mis artículos en los diarios digitales. En ocasiones amigos o conocidos me comentan algo sobre estos artículos que, desde 2004, escribo bajo el título genérico de "Elguinaguaria, nido del cisne". Algunos me critican por frivolidad, otros me consideran un atrevido. También hay quienes me discuten las propuestas que a veces realizo para Arrecife por considerarlas aventuradas, desafortunadas, indocumentadas o descabelladas. Soy consciente de todo ello. De antemano sabía que así ocurriría, así que no me sorprendo, ni me molesto. Al contrario, lo pretendo. Me agrada. Las ciudades, bien construidas, se construyen desde el amplio debate.
Nunca he pretendido tener razón ni la razón. Opino. Comento lo que he leído de otros. Puede que, aventuradamente, interprete. Pretendo divulgar lo que leo, lo que oigo, lo que me cuentan. Mis fuentes son personas autorizadas para mí. Ellos tienen su opinión. Han vivido, conocido y oído cosas que escriben o me cuentan. Yo las interpreto, reflexiono sobre ellas y, las que me cautivan, las divulgo. Expreso mis reflexiones, mis admiraciones, mis ambiciones, mis gustos en público. Sinceramente, como soy, como me gusta ser.
Todos saben, y si no ahora lo declaro, que no soy erudito ni investigador cualificado. Uso lo que otras escriben, indago en Internet, escucho a gente y luego expreso mi opinión, mis sentimientos sobre Arrecife y sus protagonistas de ahora y de siempre. Sólo hablo de quienes su historia me ha cautivado. A veces, por situarles en el contexto, cito a otras personas.
Desde que "por el año 1402 llegaran a Titerroigatra las huestes de Jean de Bethencourt y Gadifer de la Salle, que primero se asentaron en Rubicón para más tarde ocupar toda la isla, Lanzarote ha cambiado mucho y Elguinaguaria, la pequeña aldea de majos situada en la costa sureste de la isla, ahora Arrecife, ha cambiado más". Así lo escribí en el primer artículo de la primera etapa, en marzo de 2004. Para ello ha sido imprescindible la participación de muchos protagonistas. Para bien y para mal.
A propósito de divulgar el nombre, la vida y los hechos de los protagonistas de Arrecife que me atraen y que durante sus seis siglos de su historia como ciudad europea, primero puerto; he quedado con unos amigos que tienen esa misma inquietud y que por una u otra razón conocen bastante de Arrecife, para alegar, documentarme y crearme opinión para seguir escribiendo.
P.D.: Sigo proclamando que Arrecife, a pesar de que hay quien se empeñe en llamarle "el patito feo de Lanzarote", me gusta. Estoy convencido que es un precioso cisne, como el del cuento, que todos podremos ver cuando sus gobernantes y vecinos nos empeñemos activamente en ello.