Existen seres que conviven en nuestro entorno, son partícipes de nuestras rutinas y los tenemos integrados en nuestros movimientos formando parte de nuestra vida. Los perros, esos seres que nos necesitan y los necesitamos en muchos momentos. Lula, mi perra se ha ido en estos días después de 10 años de convivencia con ella. Toda su vida ha estado marcada por el cariño que he recibido, su alegría y compañía. La naturaleza de su afecto ha sido único, puro que, al sentirlo y contemplarlo, ha hecho que mi alma logre mayor sosiego y sea mejor persona.
Su vida sufrió un rápido deterioro, apenas una semana. Después de varios estudios logramos saber cuál fue la causa del mismo y su pronóstico. Recibió tratamiento de confort, logró cierta mejoría y me permitió planificar, en tiempo y forma, su final. Lula queda dormida en mis brazos, llevándose consigo una parte de mi vida, y quedo con la ausencia de su alegría y con mi recuerdo emocionado de muchos, muchos momentos compartidos con ella y con los amigos que tanto la han querido.
Quiero agradecer el gran trabajo profesional con Lula que han hecho los veterinarios de la clínica Arrecife –Felipe e Irene–. Su esfuerzo en la investigación por conocer su deterioro y la sensibilidad que han tenido con Lula y conmigo en sus últimos momentos. Muchas gracias.
Estas palabras son de homenaje a Lula y a todos los animales que comparten la vida con las personas, y a todos aquellos otros que buscan tener un lugar de confort y cuidados. Cuidémosles, démosles el cariño y la protección que merecen por todos lo que nos dan.
Gracias, Lula. Con tu recuerdo emocionado siempre.
