Este miércoles destacan por encima de cualquier otra cosa en el plano estrictamente informativo las cuestiones político-judiciales que tienen que ver con el Ayuntamiento de Yaiza. Primero, por la rueda de prensa ofrecida por el ...
Este miércoles destacan por encima de cualquier otra cosa en el plano estrictamente informativo las cuestiones político-judiciales que tienen que ver con el Ayuntamiento de Yaiza. Primero, por la rueda de prensa ofrecida por el concejal de Urbanismo del Consistorio sureño, José Antonio Rodríguez, para hablar largo y tendido de las cosas que a ellos no les cuadran; segundo, por el pleno extraordinario convocado a instancias de la oposición para hablar de un tema que preocupa y mucho a la sociedad de la Isla, la cantidad de pleitos en los que está metida una institución tan pequeña, más del ochenta por ciento de ellos vinculados con la moratoria.
Lo más curioso del caso es que después de años de silencio el responsable de Urbanismo de Yaiza ha dado una rueda de prensa poco antes de la celebración de un pleno en el que luego no dijo ni pío. Es curioso también que se utilizara esa rueda de prensa para atacar al vicepresidente primero del Cabildo, Manuel Fajardo Palarea, y a uno de los abogados que tiene la institución para pelear en los tribunales por la contención del crecimiento, Agustín Domingo Acosta Hernández.
Lo llamativo de su denuncia, suponemos que amparada en el asesoramiento del polémico abogado que lleva los pleitos del Ayuntamiento en esta dirección, el ex secretario del Ayuntamiento de Arrecife Felipe Fernández Camero, lo más grave de su falta de argumentación, es que intentara ensuciar el nombre de Manuel Fajardo y de Agustín Domingo Acosta con algo tan absurdo como la incompatibilidad de ambos para afrontar pleitos vinculados con la moratoria por ser socios de despacho de abogados. Grave e incierto, porque Manuel Fajardo cursó baja en el Colegio de Abogados pocos días después de asumir su cargo de vicepresidente primero del Cabildo, dejando de ejercer automáticamente su profesión. Además, y no es nuestra intención polemizar en este asunto que probablemente caminará por otros derroteros a través del lento discurrir de los tribunales de justicia, el letrado aludido en la rueda de prensa fue contratado para sacar adelante los pleitos de la moratoria mucho antes de que el secretario general de los socialistas lanzaroteños llegara al poder.
Incongruencias aparte, lo cierto es que la rueda de prensa ofrecida por Rodríguez también va a tener consecuencias políticas. Según ha podido saber este diario, la portavoz del Partido de Independientes de Lanzarote (PIL), Gladys Acuña, está estudiando el contenido de la comparecencia para presentar una querella por injurias y calumnias. La batalladora y joven política dice no estar dispuesta a permitir que se mancille su nombre o el de sus compañeros cuando son otros los que deben dar cuenta de sus polémicas actuaciones.
El Ayuntamiento de Yaiza ha empleado una estrategia que a veces sale bien y que otras sale mal, la de que no hay mejor defensa que un buen ataque. Por eso se adelantó al pleno con la rueda de prensa en la que también se dejó entrever que los tribunales de justicia ya se han cerciorado de que han enviado al Cabildo toda la documentación que se les ha requerido y que muchas veces se piden documentos que no existen para ganar tiempo. Otra falsedad o inexactitud según explican fuentes de la Primera Corporación insular, que insisten en que sigue sin enviarse la documentación que realmente se ha demandado.
El caso es que en lo que va de año Yaiza se ha gastado ya más de 400.000 euros en abogados, según denunció la oposición municipal en el pleno, cuestión que por mucho que se intente justificar llama poderosamente la atención, sobre todo cuando en la mayoría de los casos se están defendiendo intereses que en teoría tienen poco que ver con los ciudadanos a los que se representa.
Lo más lógico, y esto tendría que haber sucedido hace mucho tiempo, es que José Francisco Reyes se hubiera sentado a dialogar con el Cabildo para llegar a algún tipo de acuerdo, exponer con transparencia todas y cada una de las cuestiones en las que no están de acuerdo e impedir sobre todo que se llegara a la situación actual, situación que según los expertos ya no tiene marcha atrás.
