La claridad de los ojos azules de Anna me la difumina la gran tristeza de saber que era Olivia. Su hermana.
Pero con toda la claridad mental de saber lo que ya sabemos.
Que el apellido de este crimen se llama machismo. Y que MATA todo lo que toca.
No hay más.
El machismo mata la vida.
No tengo palabras.
No tengo cuerpo ni esperanza.
Me prometí no escribir hasta saber más datos y ahora sólo tengo ganas de dejar de creer en esta especie.
Porque los que no son humanos...¡cuánto daño hacen! Totalmente descompensado aunque sean minoritarios.
Creo que por primera vez, tod@s queríamos creer que el mundo no podía ser tan injusto, pensamos que no había gente tan mala ni tan cruel.
Pero los hechos le dan una bofetada a la esperanza y nos vuelven a recordar la basura de Patriarcado que nos tiene contaminad@s.
En cada esquina de nuestras calles.
No son todos, pero los que son nos hacen daño a todas.
La única solución a esto se llama EDUCACIÓN. Educar en AMAR BIEN Y LIBRES y en no odiar, en gestionar el desamor y las emociones. Educar en igualdad REAL.
Porque señores y señoras, sí, esto es un asesinato en nombre del machismo más cruel y atroz.
Es un asesinato con el único fin de joderle la vida a una mujer.
Matándola en vida.
Es violencia vicaria. Mata a las hijas para matar a la madre.
Beatriz, no puedo decirte nada aunque quiera decírtelo todo.
#annayolivia
Amalia. M. Fajardo
