Lo importante es participar

Después de cuatro años, los ciudadanos vuelven a tener en sus manos la posibilidad de elegir. Tienen el poder de poner o quitar. De renovar la confianza en sus gobernantes o retirarla. El domingo es el día de la democracia en estado ...

25 de mayo de 2007 (12:44 CET)

Después de cuatro años, los ciudadanos vuelven a tener en sus manos la posibilidad de elegir. Tienen el poder de poner o quitar. De renovar la confianza en sus gobernantes o retirarla. El domingo es el día de la democracia en estado ...

Después de cuatro años, los ciudadanos vuelven a tener en sus manos la posibilidad de elegir. Tienen el poder de poner o quitar. De renovar la confianza en sus gobernantes o retirarla. El domingo es el día de la democracia en estado puro, y nadie debería darle la espalda a esa fecha.

Durante semanas, y especialmente en los últimos quince días, se han escuchado promesas, proyectos y programas, en medio eso sí de críticas y descalificaciones al adversario. Pero después del ruido de los mítines y de la sobredosis de carteles electorales, ha llegado el momento de reflexionar y de que cada lanzaroteño piense qué opción es la que considera mejor para la isla.

Puede que muchos estén hastiados de unos y otros y no estén dispuestos a dar su voto a nadie, pero hasta en eso hay una forma participar. El voto en blanco y la abstención también son herramientas de la democracia, y es perfectamente válido utilizarlas si se entiende que hay motivos para hacerlo. Pero, en cualquier caso, ésa también tiene que ser una opción pensada y meditada.

Lo que no es positivo es darle la espalda a las elecciones porque sí, ni vivir al margen de la política y de quiénes serán los representantes institucionales en los próximos cuatro años. De hecho, la abstención en Lanzarote, que tradicionalmente es una de las más altas del país, se ha ido convirtiendo en un gran cajón de sastre en el que se mezclan los votos de castigo con los de los que simplemente prefieren ir a la playa o de excursión en lugar de dedicarle unos minutos a las urnas. Y sin duda, estos últimos ocupan un porcentaje muy importante.

Basta salir a hacer unas preguntas por los rincones de la isla para darse cuenta de que entre el 40 y el 55 por ciento de la población no conoce a la gran mayoría de los políticos lanzaroteños. Como mucho a su alcalde, y a veces ni eso. Y mayor aún es el desconocimiento de los representantes políticos del Cabildo o del Parlamento de Canarias. Y si ni siquiera se sabe cuáles son las opciones, es impensable que se pueda emitir un juicio a la hora de votar.

Por eso, es importante que en la isla se empiece a revertir esta tónica. Ahora, en esta nueva cita electoral se podrá comprobar si los partidos han sabido acercarse realmente a los ciudadanos, y también si los lanzaroteños están de verdad implicados en el futuro de su isla y de su archipiélago, porque eso es lo que está en juego.

Y para demostrarlo, se puede votar al partido en el que uno ha confiado toda la vida, al que presenta un candidato prometedor o al que ha lanzado una promesa de campaña convincente. Se puede incluso votar en blanco o no acudir siquiera a las urnas si de verdad se ha llegado a la conclusión de que ésa es la mejor opción. Pero lo que no se puede es quedarse al margen porque este domingo lo más importante, sin duda, es participar.

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